“Hace falta que las empresas vean la utilidad de la realidad aumentada para incrementar sus ventas”
Entrevista a Juan Vicente Llácer, investigador del Departamento de Audiovisuales de Aido
19 de enero de 2011
Utilizar un móvil que se proyecta sobre la palma de la mano, estudiar la rotación de la Tierra observando, efectivamente, cómo esta gira alrededor del sol, y que surja esa imagen del mismo libro de ciencias, ¡como si del genio de la lámpara se tratara! Tarjetas de visita en papel que, al mirarlas con un visor especial, nos muestran a su emisor detallando su currículum. Son algunas de las posibilidades de la realidad aumentada (RA), que las artes gráficas podrían convertir en un reclamo en estos tiempos difíciles.
Diversos centros españoles investigan sobre este tema. Uno de ellos es Aido, Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen. Su responsable de Audiovisuales, Juan Vicente Llácer, explica en esta entrevista qué es y hacia dónde va este concepto que mezcla realidad y ficción.
Defina realidad aumentada...
La RA consiste en una combinación del mundo virtual con el mundo real. Suena un poco raro. La tecnología nos permite mezclar imágenes reales con objetos virtuales, con información adicional. Podrían ser objetos virtuales 3D, o simplemente un cartel con información sobre lo que estás viendo, o cualquier cosa.
Partamos del vocabulario básico para entender algo muy visual y abstracto...
Existen dispositivos, tanto de entrada como de salida, tales como cámaras de vídeo, webcams, la cámara del dispositivo móvil... Y en cuanto a dispositivos de salida: la pantalla del móvil, la del ordenador, proyectores, picoproyectores, y otros dispositivos más caros, como visores especiales para temas de realidad virtual o realidad aumentada. Los marcadores son las marcas que nos permiten situar al objeto virtual en el mundo real y que serían necesarias para temas de impresión. Depende de la aplicación que tenga la RA se requieren marcas o bien sensores que nos posicionen en el mundo real.
En cuanto a marcadores impresos ¿estamos hablando de una mancha, de una serie de puntos?
Una marca en blanco y negro que nos hace situar el objeto en el sitio y en la orientación adecuada. Un borde negro con algo dentro que lo identifique respecto al resto de marcadores.
¿La misma filosofía que un código de barras?
Simplificándolo mucho. Es más complejo que un código de barras, porque además de la posición tienes que saber la orientación del objeto. Porque si tú lo inclinas y lo mueves, también tiene que variar la imagen virtual.
Una de las cosas fascinantes de la RA es que se puede pasear alrededor del objeto virtual e incluso por dentro...
La RA permite añadir información al mundo real. Qué información, depende de la aplicación. Lo más espectacular que suele haber son objetos 3D, que te permiten moverlos e interactuar con ellos, acercarte e incluso ver el interior de esos objetos virtuales, darles la vuelta, verlos por arriba, por abajo... moverte como si estuvieras realmente allí donde el objeto, cuando en realidad no hay nada.
Hasta el punto de que la superficie de la mano pueda llegar a convertirse en un teléfono móvil...
De momento es algo experimental, un prototipo. No hay ningún dispositivo comercial que lo haga. Se está trabajando en ello. Se podría tener un teléfono móvil en la mano sin que exista un dispositivo móvil real. Utilizarías lo que se te está proyectando en la mano a través, por ejemplo, de un reloj. Como si fuera el móvil, se podría marcar o jugar a algún juego. E incluso ver una videollamada a través de una proyección sobre la mano.
Pero ahí entonces no hay marca impresa...
Exacto. Ahí no interviene ninguna marca. Simplemente se detectaría la mano y, a partir del movimiento de la mano se podría hacer la proyección. Hay aplicaciones comerciales para teléfonos móviles inteligentes que no utilizan marcadores, que utilizan la posición del GPS y la brújula que llevan integrada. Una brújula digital que lleva el propio dispositivo móvil sabe hacia dónde está mirando el teléfono móvil y, a través de la cámara, ve la imagen real y ofrece información adicional, por ejemplo, del cajero más cercano.
¿Dónde nace la realidad aumentada?
Nace en la década de los noventa, creo que en Estados Unidos. En centros de investigación, conferencias, empezó a comentarse el tema de mezclar imágenes reales con objetos virtuales con información adicional. Pero las investigaciones que se realizaron en aquella época requerían una capacidad tecnológica de la que no se disponía. Se requería un ordenador muy potente. Eran mochilas muy pesadas. Como prototipo se demostró que se podía hacer, pero la capacidad tecnológica no permitía que eso fuera viable en cuanto a comercialización. A partir de 2001, más o menos, se empezó a disponer de la tecnología adecuada para poder procesar esa información.
¿Qué países europeos trabajan en esta técnica?
Existen empresas que se dedican sólo a RA en Alemania. En Finlandia hay centros de investigación, y también en España. Y en cuanto a aplicaciones comerciales que lleguen a nivel europeo, en toda Europa se cuenta con aplicaciones que permiten el uso de realidad aumentada. Simplemente se requiere un teléfono de última generación, pero no muy complejo, simplemente un Iphone.
Vamos, que la RA puede llegar a ser algo más o menos popular...
Es una tecnología popular. Otra cosa es que está empezando a arrancar ahora. Pero en cuanto a lo que requiere del usuario, ya lo dispone el usuario medio hoy en día: teléfonos móviles, con cámara integrada y que sean un poco potentes. Tipo Iphone, Android o Nokia de última generación.
¿Y las empresas que quieran utilizarla, que necesitan?
En cuanto a aplicaciones para empresas relacionadas con la impresión, que supongo que es lo que me estás preguntando, no requieren nada especial. En cuanto a marcadores, simplemente se trata de imprimir en blanco y negro, y no se requiere ningún tipo de tinta especial. Cualquier imprenta, cualquier máquina de impresión lo podría realizar. Hoy en día se está investigando en el uso de imagen e ilustraciones reales, en lugar del uso de marcadores: la propia ilustración del libro podría servir como marcador, en lugar de tener un marcador que siempre afea más el resultado final del libro.
Si una empresa quisiera comercializar realidad aumentada, compraría el software necesario para ejecutar la aplicación que, a su vez, ya genera los códigos, los marcadores.
¿El uso más temprano de RA es el ocio?
Hoy en día, sí. Posiblemente porque es más fácil de desarrollar y no requiere tanta precisión. Otro posible uso es en la medicina o las cadenas de montaje, donde se necesitaría una precisión que requeriría un coste muy elevado. En España no se está utilizando esta técnica para mejorar en esos sectores.
¿Ocio relacionado con videojuegos?
Y más. La revista Fotogramas utilizó RA durante la edición de septiembre de este año. Utilizó en su portada RA para hacer publicidad, si no recuerdo mal, de una película. Pero es algo muy excepcional, se está empezando.
No tenemos vídeojuegos en que podamos interactuar desde este punto de vista, con el móvil por la calle...
No. Desarrollados en España no.
¿Cómo se utilizaría realidad aumentada en medicina?
Por ejemplo para ayudar al cirujano a realizar la operación, consiguiendo mayor precisión en la intervención. Pero eso requeriría de una gran investigación para desarrollarlo con la suficiente seguridad que este ámbito requiere.
Hablemos de la aplicación en educación. Abres un libro por el capítulo de anatomía, pones una cámara sobre una mancha y surge, por ejemplo, un esqueleto...
El uso en temas de educación es viable hoy en día. Así como en temas de medicina requiere de una mayor investigación, en temas de educación la tecnología ya existe. Esto aportaría a la formación una ventaja: permitiría a los estudiantes entender mejor y de una manera más gráfica lo que intenta explicar el libro. Muchas veces vale más una imagen que mil palabras. Y si tú ves como reaccionan dos moléculas y a partir de eso se obtiene una nueva molécula, pues seguro que es más fácil que si lo estás leyendo.
¿Cuándo podría llegar a España la realidad aumentada y de qué depende?
Depende sobre todo de las aplicaciones. Que alguien, una empresa, le vea utilidad y salida comercial a la RA. Lo que hace falta es que las empresas vean esa utilidad de la RA para incrementar sus ventas o su publicidad, como una nueva manera de hacer publicidad. Que vean que la RA es un filón que hay que utilizar.
¿Este filón lo verían también los negocios de impresión más o menos pequeños?
Las pequeñas empresas de impresión posiblemente sean las que más ventaja tengan con este campo, porque para la RA no requieren nada que no tengan, y tienen las mismas ventajas que pueda tener una gran empresa. No requieren nada material, sólo la idea, ser ellos los primeros en realizar, por ejemplo, tarjetas de visita con RA, y ofertarlas como uno de sus productos.
¿Qué pasaría con esas tarjetas?
A través de internet, el receptor de la tarjeta podría ver información adicional sobre la persona o empresa que se la ha dado. Aparecería la persona, en tres dimensiones, y sería reconocida a primera vista. El objeto virtual, que sería la persona en este caso, podría explicar de propia voz lo que hace, su experiencia, etc.
¿Y esto es realmente sin ningún coste de maquinaria, adaptación informática, para la pequeña empresa que realiza esa tarjeta con RA?
Sería una inversión una sola vez: comprar el software, comprar los derechos o asociarse con otra empresa que tenga los conocimientos técnicos para poder llevar a cabo la RA. Pero en cuanto a impresión de la tarjeta, no requeriría nada.
Como investigador y especialista, si tiene que vaticinar qué será de este tema en el futuro en España...
En el sector del ocio ya es una realidad en cuanto a usuarios. Se está empezando, quizás en dos años mucha gente conozca alguna aplicación en RA. En prensa normal y revistas, y en aplicaciones de ocio para móvil, no sólo videojuegos, sino aplicaciones que te ayuden a encontrar cosas, a ver los 'tweets' de tus contactos, todo eso se está empezando a hacer. Otra cosa es que sean populares, pero ya existen aplicaciones comerciales.
En cuanto a los usos en cadenas de montaje en automoción u otras técnicas y medicina, le queda un poco más. Se está trabajando en ello, pero posiblemente le queden cuatro o cinco años para que se utilice, por ejemplo, en cadenas de montaje.
Para...
En el montaje de un motor, en lugar de tener que saber de memoria dónde va cada pieza o consultar un manual, el trabajador mediante proyectores o gafas especiales, podría ver sobre el objeto real, sobre el motor, dónde va el tornillo, dónde tiene que poner el cigüeñal... La posición de cada una de las piezas se le indicaría de forma virtual sin que tuviera que aprendérselo. El objetivo en estos casos es que no se cometan errores, que la cadena de montaje sea más eficiente, se alcance el montaje del objeto más rápidamente a partir de las indicaciones en RA. 4 o 5 años en estas tecnologías es muchísimo tiempo, así que posiblemente lo podamos ver.