La sombra de la recesión, la inflación y las nuevas normativas protagonizarán el último trimestre de 2022

Afrontamos el último trimestre de 2022 con un panorama económico repleto de incertidumbre. Los dos años de pandemia, sumados a la invasión rusa en Ucrania, han hecho que la previsión de crecimiento del PIB de España en 2022 se reduzca una décima hasta el 4,2%. Y no es para menos. Con la inflación disparada y la crisis energética presionando, el invierno promete ser duro.

Las previsiones para 2023 no son esperanzadoras. Según señala Funcas, nuestra economía sufrirá una fuerte desaceleración que recortará el crecimiento del PIB hasta el 2%. No obstante, que éstas u otras cifras sean las definitivas dependerá el devenir de la guerra en Ucrania, la evolución de los precios de la energía o de la política monetaria.

En este sentido, si ponemos la mirada en Europa, recientemente el Banco Central Europeo (BCE) anunciaba la mayor subida de su historia en los tipos de interés que han alcanzado el 1,25%. En palabras de su presidenta, Christine Lagarde, esta decisión tiene como objetivo contener los precios y frenar la inflación de la zona euro que en el mes de agosto alcanzó el 9,1% (el 10,4% en España). El BCE, además, asegura que, de no frenarse el incremento en los precios, seguirá subiendo los tipos. Malos tiempos para las hipotecas y los préstamos, y algo mejores para los depósitos.

Pero, ¿cómo está afectando esta situación a los recuperadores de papel y cartón? Con los datos de 2021 ya sobre la mesa, los gestores de residuos valorizaron, para su posterior inserción en el sistema como materia prima, 4,403 millones de toneladas de papel y cartón recuperado, lo que supone un incremento del 0,4% respecto al año anterior.

Si lo diferenciamos por canales el 77,85% procede del comercial e industrial (grandes superficies de distribución, imprentas, industria…), mientras que el 22,15% del municipal (contenedor azul, puerta a puerta y puntos limpios).

En cuanto a la tasa de recuperación - entendida como la recuperación de papel recuperado expresado en % sobre el consumo de papel y cartón - disminuyó un 3,10% respecto al año anterior situándose con un 63,8% en valores prepandemia.

Si nos centramos en los ciudadanos, cada uno depositó de media 19,3 kg de papel y cartón en los 240.297 contenedores azules que tenemos en España. Lo que equivale, aproximadamente, a tirar una bolsa con estos envases al contenedor cada 8 días.

En lo referente a las exportaciones e importaciones, destacar que las importaciones aumentaron un 12,8% respecto al año anterior alcanzando los 1,656 millones de toneladas; procediendo la mayor parte de ellas de Francia y Portugal. Las exportaciones, al contrario, cayeron un 2,5% respecto al año anterior, alcanzando así un valor de 703.996 toneladas. India continúa siendo uno de los principales países de destino con 301.388 toneladas, mientras que las exportaciones a China cayeron en un 98,3% hasta las 1.163 toneladas.

Cabe destacar que la industria española de la recuperación y el reciclado de residuos de papel y cartón, contribuyó a la reducción de las emisiones anuales totales de gases de efecto invernadero, al evitar la emisión a la atmósfera de cerca de 5 millones de toneladas equivalentes de CO₂.

Nuestra industria es fuerte. No hace falta recordarlo. Aun así, necesitamos medidas que favorezcan el crecimiento y desarrollo de nuestro sector, sobre todo teniendo en cuenta el contexto económico al que nos enfrentamos. Y es que, si queremos dar el salto definitivo a la economía circular para el año 2050, tal y como se ha comprometido la Unión Europea, resulta fundamental articular normativas que favorezcan a nuestra industria y la impulsen de una vez por todas.

Y con este objetivo se vienen desarrollando en los últimos años diferentes normativas, con mayor o menor acierto. Un ejemplo de ello lo tenemos en la Ley de Residuos y Suelo Contaminados, publicada en abril de 2022 y en la que, desde Repacar, hemos estado implicados desde el principio, y el Proyecto de Real Decreto de envases y residuos de envases, cuya aprobación está prevista para final de año, fecha límite para cumplir con los hitos marcados por el Plan de Recuperación y que España pueda recibir los fondos europeos.

Este último texto fue enviado el pasado mes de mayo a la Comisión Europea para su revisión quien ya ha remitido un dictamen circunstanciado, así como una serie de observaciones, al entender que ciertos aspectos del proyecto de real decreto pueden ir contra de las normas del mercado común europeo.

Pero éstas no son las únicas normativas importantes. En estos momentos está sobre la mesa la revisión del Reglamento Europeo de Traslados, una normativa también clave para nuestro sector y en la que desde Repacar estamos enfocados.

De este modo, al igual que nuestros compañeros europeos, solicitamos que se realice una revisión ambiciosa de la norma y con visión de futuro, que impulse la economía circular, que permita simplificar burocráticamente los envíos de residuos para su reciclaje y que facilite el acceso a los mercados internaciones de las materias primas secundarias.

Contar con una normativa armonizada que incluya y favorezca la circularidad es fundamental. Asimismo, también es prioritario para nosotros contar con medidas que atajen de raíz el comercio ilegal de residuos y que favorezcan el comercio libre y sostenible que el sector demanda.

Por último, destacar que este mes de agosto se cerró la consulta pública iniciada por la Comisión Europa para la revisión de la Directiva Marco de Residuos que regulará el tratamiento de los residuos dentro de la Unión Europea. Las aportaciones realizadas en la consulta pública acompañarán a la propuesta de la Comisión Europea prevista para mediados de 2023.

Con esta revisión, la Comisión tiene como objetivos mejorar la gestión ambiental de los residuos y el impacto que tienen tanto en el medio ambiente, como la salud de los ciudadanos; reducir la generación de residuos, también los generados por el desperdicio alimentario y gracias a las mejoras introducidas en la recogida separada reducir los residuos mezclados y aumentar el reciclado.

Para ello, entre otras cosas, se establece la gestión bajo la aplicación de la jerarquía de residuos, así como del principio ‘quien contamina paga’, introduce el concepto de ‘responsabilidad ampliada del productor’ y distingue entre residuos y subproductos.

Así, muchos son los cambios normativos que se están desarrollando o que se avecinan, sin olvidarnos de los que se han ido realizado en España a nivel autonómico y local. En todos ellos nos involucramos y defendemos los intereses de nuestra industria.

Con el objetivo de alcanzar la economía circular en 2050 en el horizonte, es necesario que todas estas normativas, más las que están por llegar, sean realistas y establezcan las bases para potenciar nuestro sector. Nos esperan tiempos complicados, pero, juntos, los haremos frente.