El sector de la recuperación y la resiliencia

En estos momentos, las certezas que manejamos sobre lo que está por venir tras esta abrupta paralización de la economía mundial son pocas. Pero lo que sí que podemos, y debemos hacer, es analizar qué ha sucedido en estas últimas semanas y qué hemos aprendido de ello.

Cuando la crisis sanitaria comenzó a expandirse, la Unión Europea y otros países, como EE UU, fueron anunciando sus medidas de aislamiento y confinamiento en función de su impacto geográfico. Medidas que han sido especialmente duras en España y que todos los sectores, así como la sociedad en general, hemos tenido que asumir con impotencia.

En este contexto, el Gobierno aprobaba un Real Decreto Ley para Servicios Esenciales – que estuvo en vigor del 30 de marzo al 9 de abril - en el que, entre otras cosas, se enumeraban las actividades consideradas como esenciales y que debían seguir prestando servicio durante el estado de alarma, entre las que se encontraba, como no podía ser de otra forma, la gestión y el tratamiento de los residuos.

Una noticia que fue acogida con optimismo por el sector, y que venía a ratificar lo que desde Repacar llevamos tanto tiempo reivindicando: que la labor que desempeñan nuestras empresas es estratégica y fundamental para la sociedad. Y así debe ser reconocido, tanto en momentos de pandemia, como dentro de la normalidad.

De este modo, nuestras empresas asociadas, haciendo alarde de la profesionalidad y el compromiso que les caracteriza, han continuado prestando servicio a la ciudadanía durante toda la crisis sanitaria, hasta en los momentos más duros. Aunque, eso sí, no ha sido un camino fácil.

Si ya hace unos meses la situación que atravesaban las empresas de la gestión y el tratamiento de residuos no era en absoluto sencilla, ahora, la crisis sanitaria las ha colocado en una situación aún más crítica.

Las restricciones a la actividad comercial, industrial y de ocio impuestas por la declaración del estado de alarma han afectado directamente a nuestras empresas asociadas. La disminución en la producción de residuos, especialmente en los de origen comercial e industrial, ha producido una notable bajada en la entrada de material a las plantas de tratamiento, y, con ello, una caída en su producción.

Tras un primer análisis, podemos confirmar que la actividad del sector ha caído durante la crisis sanitaria en nuestro país entre un 50% y un 60%; caída que ha sido aún más acusada en zonas como Madrid y Barcelona, donde hay mayor dependencia en la generación de las actividades paralizadas.

En las últimas semanas, nuestras empresas han tenido que hacer frente a esta caída en la actividad, extremar las medidas de seguridad de sus trabajadores y plantas, acatar y adaptar las nuevas regulaciones y continuar prestando servicio con toda la normalidad posible. Para conseguirlo, se han visto obligadas a adaptarse, en un tiempo record, sobre todo en el ámbito laboral, donde han establecido cambios en las jornadas y aplicado las medidas en materia laboral aprobadas por el Gobierno.

A día de hoy, con toda España ya fuera de la fase 0 y con algunos territorios ya en la fase 2, la economía comienza a reactivarse y esperamos que eso impacte de forma positiva en nuestras empresas. Aunque, ante una crisis sin precedentes y dependiente de un agente externo al sistema y a su control, toda predicción hay que tomarla con prudencia.

Si ponemos la mirada en la Unión Europea, la situación en el resto de los Estados miembros afectados por el nuevo coronavirus, es similar. A pesar de las bajas exportaciones que se han llevado a cabo, la oferta ha disminuido, mientras que la demanda se ha mantenido, lo que ha provocado que el mercado europeo se haya tensado puntualmente.

En EE UU podemos ver una situación similar. A pesar del material generado por el incremento de las compras online y de las superficies de alimentación, la recogida se ha visto afectada y muchas plantas han tenido que disminuir sus operaciones, tanto por la falta de actividad, como por la necesidad de proteger a sus empleados ante brotes del virus.

En cuanto al mercado asiático, China lucha por recuperar su economía, bajo el temor de un nuevo brote. La oferta poco a poco va creciendo, pero la demanda se mantiene baja, lo que viene a ratificar que la actividad aún no se ha restablecido con normalidad. En cuanto al resto de países asiáticos, la situación varía en función de las medidas aplicadas por los diferentes Gobiernos.

Tras un primer análisis, podemos confirmar que la actividad del sector ha caído durante la crisis sanitaria en nuestro país entre un 50% y un 60%.

Mientras que en India o Malasia la recuperación de papel y la actividad de las fábricas se han detenido, en países como Vietnam la actividad se ha mantenido al considerarse al sector como esencial.

Con todo esto, se estima que esta situación se extienda durante el segundo trimestre y que, como pronto, comience la recuperación en la segunda mitad de año, a medida que vayamos dejando atrás la crisis sanitaria. Pero, como decíamos al principio, el COVID-19 viene sin manual de instrucciones, por lo que habrá que observar hacia dónde y cómo evoluciona la crisis.

Recuperarnos de una de las crisis sanitarias más importantes de nuestra historia reciente no será sencillo. Nos enfrentamos a un futuro incierto. No sabemos cuáles serán las consecuencias globales de la crisis sanitaria, lo que unido a otras incertidumbres que planean sobre el sector, como son los futuros desarrollos normativos, hacen que el papel de Repacar en el nuevo contexto que está por venir, sea aún más importante que nunca.

Y es que en Repacar, no solo trabajamos para dignificar y defender los intereses de un sector tan fundamental para la sociedad como el nuestro, sino también para hacer nuestras empresas más competitivas. Y para nosotros, la competitividad pasa, en gran medida, por mejorar la calidad de nuestro material.

Con esta premisa el pasado mes de octubre presentamos Valora, una aplicación móvil gratuita creada con el objetivo de impulsar la transformación digital en las empresas del sector y avanzar en la calidad de los flujos.

Valora, la aplicación móvil gratuita creada por Repacar con el objetivo de impulsar la transformación digital en las empresas del sector y avanzar en la calidad de los flujos.

Pero, además de buscar vías de mejora para nuestros asociados, en Repacar también defendemos sus intereses. Así, el pasado mes de enero tomamos la iniciativa presentando ante Subdirección General de Residuos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el Plan Estratégico Sectorial para la supervivencia de las empresas del sector.

Este plan contempla una serie de líneas de acción a implementar, a corto y medio plazo, que implican a diferentes Ministerio y organismos de la Administración Pública con el objetivo de evitar la pérdida de tejido empresarial y de empleo verde en nuestro país, además de avanzar en la competitividad y la eficiencia de la gestión de los residuos.

Pero si queremos hacer más eficientes a nuestras empresas y más competitivo a nuestro material en el mercado global del papel recuperado, no podemos hacerlo solos, necesitamos que nos acompañen cambios normativos. Dentro de este contexto, se están revisando normativas importantes para nosotros y desde Repacar realizamos un gran trabajo de seguimiento para que las necesidades de nuestros asociados siempre estén presentes con el objetivo de avanzar en la recuperación y el reciclado de más residuos, creando economía circular.

Un ejemplo de estas, ha sido la Orden TED/426/2020, publicada en el BOE el pasado 21 de mayo, por la que se establecen los criterios para determinar cuando el papel y cartón recuperado destinado a la fabricación de papel y cartón deja de ser residuo.

Esta orden culmina el intenso trabajo que lleva realizando Repacar, desde hace más de diez años, promoviendo esta normativa.

Aún es pronto para evaluar el impacto real que tendrá sobre nuestro sector, pero de lo que si estamos seguros es que será un punto de inflexión para la profesionalización de nuestro sector y un primer paso para un futuro desarrollo de un reglamento europeo que agilice el mercado único y fomente el reciclado de calidad en todo el territorio de la Unión Europea.

Hace tan solo unos días, la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, anunciaba que el Gobierno aprobará en las próximas semanas la Estrategia Española de Economía Circular, que vendrá acompañada del esperado Anteproyecto de la nueva Ley de residuos, que desde hace tanto tiempo venimos reclamando y que confiamos que suponga un impulso para el sector.

Según el director general de Repacar, "si queremos hacer más eficientes a nuestras empresas y más competitivo a nuestro material en el mercado global del papel recuperado, no podemos hacerlo solos".

Según manifestó la ministra, la Estrategia Española de Economía Circular incluirá objetivos ambiciosos que exigirán cambios importantes tanto en la gestión como en el empleo de materiales, en la mentalidad de los consumidores y, sobre todo requerirá la movilización de inversiones, cifradas en más de 2.000 millones de euros. Con todo ello, se pretende conseguir la reducción del consumo nacional de materiales en un 30% y de la generación de residuos en un 15%.

En un contexto como el que estamos viviendo, se ha puesto de manifiesto la importancia de avanzar en la sostenibilidad y apostar por una “salida verde” de la crisis, donde el sector medioambiental se convierta en estratégico para responder a la recuperación económica.

Desde Repacar estamos convencidos de que impulsar definitivamente la economía circular es fundamental para desarrollar una industria europea de reciclaje sólida y, durante esa transición, continuaremos trabajando para que los organismos legislativos tengan muy presentes los derechos de todos nuestros asociados.