La diferenciación, clave para sobrevivir en la era digital de la impresión profesional

El nuevo paradigma digital en el que irremediablemente convive el mundo de la impresión convencional con el resto de la industria gráfica está obligando a todas las empresas del sector a apostar por la tecnología que dé respuestas más ágiles y adaptadas a un entorno de comunicación gráfica en constante cambio.

Cuando Grupo Solitium se acercó, hace ya algún tiempo, a uno de sus actuales clientes que no conocía muy bien cuáles eran sus necesidades reales de diversificación tecnológica, se dio cuenta de la inquietud que tenía. Esta empresa era consciente de que debía renovarse para poder competir con las mismas armas en una liga cada vez más reñida, donde la tecnología digital implementada en este sector estaba barriendo a aquellas empresas que se resistían a adecuarse al nuevo paradigma y premiaba a organizaciones que invertían en la incorporación de estas nuevas tecnologías. Pero necesitaba una hoja de ruta, algún partner que le asesorara y guiara.

Dicho y hecho. Solitium puso en valor esa inquietud y optó por ayudar a esta organización con una nueva estrategia de implantación a medio y largo plazo. No en vano, ofrecer el mejor servicio y orientar a sus clientes está en el ADN de Grupo Solitium.

Tres años han pasado desde aquel día y este cliente proveedor de servicios gráficos no sólo ha superado el bache de la adaptación digital, sino que ha mejorado sus balances y ha ampliado su cartera de clientes. ¿El truco? La diversificación. Y no solo en cuestión de trabajos, también en tecnologías.

Cuentan expertos en production printing e impresión digital de Grupo Solitium que esa imprenta funcionaba, hasta entonces, con una máquina que se quedaba corta ante el volumen de impresiones mensuales que estaba asumiendo. Necesitaba un cambio que evitase perder carga de trabajo por falta de músculo tecnológico. La empresa venía realizando un promedio de entre 50.000 y 70.000 impresiones al mes y requería de una máquina que le ofreciera una solución a un volumen de impresión mayor, más ágil y estable.

El elemento diferencial fue la solución. Y la clave la dio Grupo Solitium, que le propuso combinar dos tecnologías diferentes y dirigidas a distintos campos de actuación. Con esta estrategia, el cliente podía balancear la carga de trabajo logrando acortar los plazos de entrega y reducir los picos laborales, además de abrirse un camino diferencial con aportación de valor añadido en nichos de mercado en los que nunca antes había trabajado como son el packaging, la cosmética o la moda. Compaginando una Konica Minolta C6100 con una Ricoh C7200x, que cuenta con un quinto color adicional, esta imprenta supo capear el temporal ante una competencia cada vez más feroz y dar respuesta en un mercado que reclama soluciones ágiles y dinámicas.

La mayor estabilidad cromática gracias al autocalibrado, el registro optimizado y la quinta estación de color de la Ricoh permitieron a este cliente ofrecer una mayor variedad de aplicaciones de valor añadido y meter la cabeza en sectores tan copados como el de la moda.

Por su parte, la Konica Minolta C6100 colocaba a esta empresa en la primera división de la impresión digital gracias al alto nivel de calidad de imagen y productividad a precios competitivos que logra esta tecnología.

“Gracias a esta maniobra, nuestro cliente logró acortar los plazos de entrega y, a la vez, asumir más carga de trabajo al poder repartir proyectos entre las dos máquinas. No sólo eso, además se zambulló de lleno en otros sectores que le permiten diversificar su oferta digital de una manera claramente distinta. Ahora es capaz de abordar proyectos más ambiciosos”, aseguran los expertos de production printint de Grupo Solitium.

La diferenciación que consiguió esta compañía no fue cuestión de suerte, sino de estrategia. Su mejora fue fruto de la correcta interpretación de las necesidades que cada empresa tiene en términos de transformación digital. Un talento con el que cuenta Grupo Solitium, que siempre se ha destacado por su profesionalidad, la experiencia de su equipo comercial y técnico, su capilaridad y el afán por formar a todos sus clientes en las nuevas tecnologías que adquieren con el fin de que le saquen el mayor partido. Y es que digitalizarse no se limita a crear una web y comprar las últimas máquinas del mercado. La digitalización obliga a jugar en una liga distinta, con herramientas diferentes y a una adaptación constante a lo que pida en cada momento el mercado.

Grupo Solitium, siempre a la tendencia de las vanguardias, cuenta además con un servicio técnico diferenciado y ofrece una formación personalizada para que sus clientes adapten el core de su negocio a este nuevo paradigma que marca el camino de la diferenciación.