Jeci apuesta por Durst para dar el salto al digital
En 2016, Jeci, empresa especializada en la fabricación de etiquetas, decidió apostar por Durst para dar el salto al digital. La empresa guipuzcoana cuenta con una amplia base de clientes especializados en alimentación, bebidas e industria y un elevado porcentaje son fabricantes artesanos, para quienes el etiquetaje es especialmente sensible al diseño y la calidad, y los cambios de imagen se suceden con mucha más celeridad que en los artículos industriales y/o de consumo masivo. Por eso, Jeci ya llevaba algún tiempo estudiando la posibilidad de dar el salto al digital y las soluciones que se ajustaban, en mayor medida, a su estrategia de negocio.
La posibilidad de personalización, los cambios rápidos de diseño, una altísima rentabilidad en las tiradas cortas y medias y una producción más limpia y respetuosa con el medio ambiente, hacían de esta tecnología la solución ideal para dar respuesta a las demandas del cliente tipo de Jeci. “Contamos con más de 10.000 clientes activos, algunos de ellos siempre requieren grandes tiradas, pero tenemos un importantísimo volumen de pequeños clientes. Actualmente, el tamaño de tirada más típico que producimos en Jeci se sitúa en el entorno de las 20.000 unidades. Esto es debido a que muchos de nuestros clientes son pequeños empresarios, como, por ejemplo, los fabricantes de cervezas artesanas de la región, que son empresarios muy activos y que continuamente están modificando la imagen de sus productos o lanzando productos nuevos, en cantidades reducidas. Son estos clientes a quienes más pueden interesar las posibilidades que ofrece el digital”, comenta Iñaki Rica, director general de Jeci.
En estos momentos, Jeci ya está produciendo más de 14.000 m2 a la semana con digital, pero cuenta con que esta cifra se vaya incrementando exponencialmente en los próximos meses. “Los clientes se quedan impresionados por la calidad de las etiquetas y nosotros sabemos que las posibilidades de esta tecnología son un importante reclamo comercial; por eso, estamos trabajando en dar a conocer todas las opciones, pero son los propios clientes los que comienzan a demandar, de forma proactiva, el digital”, señala Iñaki Rica.
Su unidad Tau 330 E de Durst, que fue instalada en mayo del pasado año, ofrece una calidad de 720x1.260 dpi y una productividad de hasta 48 m lin/min, y ha sido configurada con cuatro colores más blanco. Preguntados acerca de su valoración, tras meses trabajando con la firma tirolesa, comentaban que, para un etiquetero, el servicio post-venta es fundamental y que Durst tiene una extraordinaria orientación al cliente. “Siempre cuidamos las máquinas con un altísimo nivel de exigencia y el servicio técnico de Durst está totalmente alineado con nuestras prioridades, es muy rápido y eficaz; además, se percibe el gran espíritu de colaboración de toda la empresa”, comenta Mónica García, responsable de producción.
Además, para Jeci era decisivo el modelo de negocio de los distintos proveedores de soluciones digitales a la hora de tomar una decisión. “Con Durst realizamos los pedidos de tintas como hemos hecho siempre con las máquinas convencionales; no necesitamos cumplir con unos mínimos de producción ni estamos sujetos a métodos poco convencionales de adquisición de consumibles. En Jeci, no nos gusta acabar trabajando para otros”, subraya Iñaki Rica.
Preguntados acerca de cómo ve Jeci el futuro del sector de las etiquetas, señalaban que, en su opinión, en los próximos años seguirá conviviendo la tecnología convencional, como el flexo, con el digital; aunque la presencia del digital terminará consolidándose en los próximos años en el mercado. El reto para esta tecnología radica, en su opinión, en incrementar las cotas de productividad, sin renunciar a la calidad que ya están ofreciendo algunas máquinas como la Tau 330 RSC de Durst, que alcanza 1.200x1.200 dpi, y proponer soluciones completas.