Digital Screen incrementa su capacidad de producción en gran formato con una Durst RHO P10 160
Digital Screen comenzó su trayectoria como empresa de fotocomposición en 1986. En 1992, decidió ampliar sus actividades de negocio a la pre-impresión e invertir en equipos de vanguardia para el tratamiento de imagen y, tan sólo unos años más tarde, dio el salto a la impresión digital de pequeño formato. En 2006, comenzó a ofrecer servicios de gran formato, tanto sobre materiales rígidos como flexibles y, en la actualidad, la empresa ofrece soluciones 360º, donde la impresión se ha transformado en una de sus principales actividades. “Actualmente, cubrimos todo el abanico de servicios gráficos, desde el diseño (contamos con 8 diseñadores) hasta la distribución e implementación final”, comenta José Hernández, socio fundador de Digital Screen, a propósito de su propuesta comercial.
La oferta de Digital Screen se ajusta a las necesidades de las empresas de gran consumo que tienen una elevada rotación de material impreso. Su ya dilatada presencia en el mercado —cumple 30 años de historia en este año 2016—, la alta calidad de imagen que ofrece siempre en cada uno de sus productos y la capacidad para responder a trabajos con cortos plazo de entrega son los factores que han hecho que Digital Screen haya crecido de forma regular en los últimos años. De hecho, en impresión digital lo ha hecho a un ritmo del 10% anual, tanto en pequeño como en gran formato. Así lo explica José Hernández: “Nuestro equipo humano es vital para un negocio como éste y lo mismo ocurre con la inversión en maquinaria. Trabajar con máquinas de última generación ha sido esencial para adaptarnos a un mercado cada vez más exigente y plazos de entrega cada vez más cortos”.
El pasado verano, en julio de 2015, Digital Screen decidió invertir en una Rho P10 160. Los objetivos eran aumentar la capacidad de producción y ofrecer más versatilidad de aplicaciones a sus clientes. “Hacía algunos años que seguíamos las novedades de Durst. Cuando decimos realizar una nueva inversión, y tras haber estudiado las distintas propuestas del mercado, comprobamos que la P10 era el modelo que mejor se adaptaba a nuestras necesidades de producción y calidad”, explica José Hernández y continua: “Al incorporar este modelo de Rho vimos que la opacidad del blanco respecto al resto de máquinas con las que actualmente trabajamos era realmente buena. La Rho P10 160 nos permite ofertar un producto de mayor calidad, con unos plazos muy ajustados y a un precio muy competitivo. En todas las aplicaciones que requieren impresión con tinta blanca hemos encontrado una mejora substancial y una excelente aceptación por parte de nuestros clientes”.
Si bien, a la hora de elegir una solución de impresión es imprescindible decantarse por la calidad tecnológica y estudiar hasta qué punto las funcionalidades de la máquina cubren las necesidades de producción, lo es, igualmente, asegurarse de que el servicio y la atención ofrecida por parte del proveedor son capaces de reaccionar inmediatamente y de forma eficaz. Preguntado acerca de estos meses de colaboración entre Digital Screen y Durst, José Hernández contesta: “Somos muy exigentes con nuestros proveedores. Valoramos la fiabilidad, atención y seriedad por encima de otras cuestiones como las económicas. Después de varios años de trato con el equipo de Durst en todas las áreas, principalmente comercial y técnica, no teníamos ninguna duda de la seriedad y compromiso de Durst con sus clientes”.