Aspectos básicos de la gestión del color para la impresión por sublimación
Todos hemos experimentado dificultades de este tipo en algún momento. Es lo que suele ocurrir cuando uno pasa a formar parte de la industria de la impresión digital, en la que el color y la eficiencia lo son todo. Cuando los colores no salen bien, la eficiencia se reduce drásticamente debido al tiempo y a los materiales adicionales empleados en verificar todos los cambios de color. Además, dado que los buenos sublimadores son valorados por la nitidez de sus imágenes y la calidad de sus colores, todo aquel que desee crear productos sublimados debe entender cómo gestionar el color.
Problemas habituales
A la hora de gestionar los colores en la impresión digital deberá enfrentarse a una gran variedad de situaciones. La primera de ellas tiene que ver con las capacidades de nuestras máquinas digitales. Los diseños se crean y se editan en la pantalla iluminada de un ordenador. Esta pantalla utiliza energía eléctrica para generar imágenes en un formato determinado según una combinación de distintos porcentajes de tres colores básicos: rojo, verde y azul (RGB). Cuando estos tres colores se combinan en la pantalla en cantidades equivalentes específicas, se crea el color blanco.
Las impresoras funcionan de un modo distinto, ya que crean el color utilizando cian, magenta y amarillo (CMY). Cuando se combinan cantidades equivalentes y específicas de estos colores, se crea el color negro. Dado que resulta más caro utilizar estos tres colores para crear el negro, la mayoría de las impresoras utilizan una cuarta tinta. Este negro intenso y fuerte completa el sistema CMYK (también llamado cuatricomía).
Para poder imprimirlos, los colores RGB deben convertirse en colores CMYK. Sin embargo, el formato y el espacio cromático de CMYK son distintos a los del formato RGB. La gama cromática del color RGB que se puede crear con un monitor es superior a la gama de colores CMYK que se pueden producir con una impresora. Por esta razón, no existe una verdadera correspondencia entre cada color RGB y CMYK a la hora de realizar la conversión.
Aunque la conversión de RGB a CMYK puede generar algunas dificultades, existen otros factores que pueden afectar a los colores. La percepción del color varía mucho en función de la iluminación, los sustratos, los acabados e incluso de la capacidad de nuestro cerebro de procesar el color. Fíjese, por ejemplo, en que los colores impresos sobre superficies suaves o mates parecen más apagados que los que se imprimen sobre superficies duras o con un revestimiento brillante.
Los factores ambientales, como el calendario, la temperatura, la presión y el entorno también juegan un papel importante en el proceso de sublimación. Las temperaturas y las presiones demasiado altas o demasiado bajas influyen en la cantidad de tinta que va del papel de transferencia térmica al sustrato. Una presión excesivamente prolongada puede provocar oscurecimiento o amarillamiento si el sustrato o el papel empiezan a quemarse. Incluso el cambio en la marca del papel de transferencia puede afectar a la calidad de los colores.
Todo sobre la tinta
No podemos hablar sobre la gestión del color sin analizar la tinta. Para generar los colores adecuados en el trabajo de impresión, es necesario utilizar la tinta adecuada para el sustrato con el que se esté trabajando y la maquinaria correcta con la que aplicar dicha tinta. Por ejemplo, las tintas pigmentadas y las tintas basadas en colorantes tienen propiedades distintas y no son intercambiables. No se puede realizar la sublimación con tintas pigmentadas ni se puede utilizarlas mediante el sistema de sublimación, y viceversa.
La calidad de la tinta determina el aspecto del producto acabado. Las tintas de marca maximizan la gama cromática y los colores negros de alta densidad, mejoran el rendimiento de la tinta y reducen el consumo en comparación con las tintas baratas que se suelen encontrar en Internet.
Otro de los aspectos que marca la diferencia es el modo de almacenar la tinta y de suministrarla al sustrato. Las impresoras de sublimación utilizan sistemas de suministro de tinta abiertos o cerrados. Los sistemas cerrados con cartuchos de un solo uso son los más eficientes en cuanto a coste y productividad. Los cartuchos precargados garantizan la ausencia de contaminantes y burbujas de aire en la tinta. Además, los sistemas cerrados también pueden adaptarse a sistemas de tintas a granel que utilicen bolsas precargadas conectadas a un depósito de impresora. Estos sistemas ofrecen un volumen de tinta superior al de un cartucho y ofrecen, al mismo tiempo, la misma calidad de impresión uniforme.
Los sistemas abiertos emplean canales de tinta a granel recargables, lo que incrementa el riesgo de oxidación de la tinta o de introducción de contaminantes capaces de reducir la calidad del color e incluso de dañar los cabezales de impresión. Estos sistemas pueden tener sentido para impresores de gran formato y volúmenes grandes, pero no para las empresas que trabajan fundamentalmente con trabajos de sublimación de pequeño formato.
Software para la gestión del color
Ahora que ya sabe algo más acerca de los factores externos que afectan a los colores, es el momento de analizar cómo puede usar los programas de gestión del color para resolver algunas de estas dificultades. El objetivo en cualquier proyecto de impresión es que los colores creados en el producto final se correspondan con los colores originales preparados para la producción.
Así se crea un mapa de colores. En el sector de la decoración digital, se denomina así al proceso de transformar un color RGB en un color CMYK equivalente teniendo en cuenta las variables de producción. Los programas de gestión del color son de gran ayuda en este proceso, ya que están diseñados para recopilar las variables concretas y realizar los ajustes necesarios en el trayecto de los datos desde el ordenador hasta la impresora.
Por ejemplo, PowerDriver 4, el software gratuito de Sawgrass de gestión del color para la Ricoh 3100DN, tiene en cuenta los sustratos, la tinta, los papeles de transferencia y otras variables específicas de la sublimación a la hora de procesar el color del ordenador a la impresora. Este software realiza ajustes sutiles en función de estos datos para que la impresora pueda producir un color específico que tenga el aspecto deseado por el usuario después de la prensa.
Los modernos programas de software para la gestión del color hacen un magnífico trabajo de mapeado y conversión de los colores. Sin embargo, debido a todos los factores que afectan al color analizados anteriormente, puede que no se generen correspondencias exactas. El software de gestión del color está diseñado para facilitar al usuario la gestión y la correspondencia del color. Lo que no puede hacer es sustituir la habilidad de la persona que realiza la impresión, que seguirá llevando a cabo tareas de ensayo y error y evaluando el aspecto de los colores finales producidos sobre los sustratos deseados comparándolos con los colores originales.
Cómo gestionar los colores
La lectura de este artículo es ya un paso adelante para gestionar mejor los colores sublimados. Estos son los pasos siguientes:
Domine a la perfección su programa gráfico: posiblemente, el paso más importante para la producción de un color de calidad es conocer a fondo la versión de CorelDRAW, Illustrator o PhotoShop. Para crear gráficos para sublimación debería utilizar uno de estos tres programas. Hay un montón de libros, guías de aprendizaje y vídeos que le enseñarán a utilizar CorelDRAW y los productos de Adobe Creative Suite. Sawgrass Europe ofrece una biblioteca completa de webcasts educativos que le permitirán ganar en confianza a la hora de usar estos programas.
Utilice software RIP o de gestión del color: instale y utilice algún tipo de software de gestión del color que haya sido diseñado (eso sería lo ideal) para trabajar con las capacidades específicas de su impresora. Las tintas de marca suelen ofrecer programas de software gratuitos que permiten igualar los colores en función de las propiedades de sus tintas. El software de procesamiento de imágenes de tipo ráster (RIP, por sus siglas en inglés) es más utilizado en la impresión de gran formato y puede resultar caro, pero se trata de programas robustos que han sido diseñados para una producción importante. Sea cual sea el programa de su elección, deberá poder importar la paleta de colores del programa en su programa de gráficos. Eso le permitirá seleccionar con facilidad el color adecuado, independientemente del aspecto que tenga en la pantalla.
Imprima las paletas de color sobre sustratos concretos: recuerde que los colores de la pantalla suelen ser engañosos; por eso es necesario depender de los colores de salida para poder asignar los colores correctos a la imagen de su programa gráfico. Este proceso se conoce como correspondencia de colores directos. Podrá ahorrar tiempo imprimiendo la paleta completa de su programa de gestión del color en cada uno de los distintos sustratos que utilice.
Por ejemplo, si realiza la sublimación sobre metal y tejido de poliéster, realice una impresión de su paleta sobre un panel metálico o sobre una camiseta. Tenga a mano estos productos para que los clientes puedan ver el aspecto de los colores impresos y para que usted pueda verlos durante la producción. Asegúrese de que la paleta imprima todos los códigos asociados para cada color, y saque el máximo partido a todas las funciones del software que le permitan ahorrar en colores personalizados.
Experimente: invierta en un juego de tintas, sustratos de muestra y papel de transferencia térmica. Utilice estos elementos para experimentar con los distintos factores analizados y observe las combinaciones que generen los colores más impactantes. Mantenga un registro de lo que funciona y utilícelo para definir procedimientos de producción estándar. Esto le permitirá ahorrar tiempo y dinero a largo plazo, ya que su eficiencia aumentará exponencialmente.
La gestión cromática eficaz da como resultado colores dinámicos y precisos, hará destacar su trabajo de la competencia y le permitirá aumentar el volumen de trabajo. En el caso de la sublimación, que es una tecnología que produce colores de una intensidad y atractivo poco habituales, el efecto es aún más potente.
Sin embargo, el desconocimiento a la hora de gestionar adecuadamente la producción digital del color en los sustratos solicitados por los clientes puede desembocar en la insatisfacción de estos, en un aumento de los residuos, en pérdidas económicas e incluso en afectaciones a su reputación. El esfuerzo invertido en perfeccionar sus habilidades y conocimientos se ve compensado con creces cuando uno se siente cómodo trabajando con el color.
Acerca de Sawgrass Technologies, Inc.
Sawgrass es especialista internacional del sector de las impresoras por sublimación de tintas y las máquinas de impresión digital que hacen posible la personalización y ayudan a los emprendedores creativos a llevar productos personalizados al mercado en un tiempo récord. Las impresoras, tintas, software y soluciones de asistencia totalmente integradas de Sawgrass son perfectas para la decoración de cerámica, metal, tejidos, madera y plástico con imágenes duraderas, vivas y en alta definición. La empresa, afincada en Charleston, Carolina del Sur (EE UU), ofrece sus productos, servicio y asistencia a través de una red internacional de más de cuatrocientos distribuidores repartidos por cien países.