La industria gráfica y el escenario macroeconómico en España y Europa

La industria gráfica no atraviesa su mejor momento. La crisis económica que perdura en España no facilita la mejoría del sector, pero iniciativas como las de Kodak permiten saber en qué punto nos encontramos. El pasado 25 de noviembre, Kodak organizó en Barcelona una jornada con más de 80 asistentes en la que se realizaron distintas conferencias que indicaron qué situación vive el sector y qué pasará a corto y medio plazo.

El emblemático Hotel Majestic de Passeig de Gràcia (Barcelona) fue la sede de la jornada organizada por Kodak en el marco de su 100 aniversario. Tras celebrarlo hace unos meses en Madrid, la compañía trasladó a sus máximos representantes y convocó casi a un centenar de personas en la jornada titulada ‘La industria gráfica y el escenario macroeconómico en España y Europa'.

“Hemos salido fortalecidos de la difícil situación que hemos atravesado estos últimos años”, comentó Renè Gentou, director de Negocio de Kodak Iberia. “Tenemos que agradecer a los clientes la confianza depositada en nosotros puesto que nunca nos han fallado. Gracias a ellos seguimos en el mercado y prevemos acabar el 2014 con resultados positivos. Estamos llegando a nuestros objetivos económicos y queremos seguir creciendo”.

Más de 80 profesionales asistieron a la jornada organizada por Kodak en el Hotel Majestic de Barcelona.

Francesc Hostench, presidente del Gremi de la Indústria i la Comunicació Gràfica de Catalunya, explicó en su ponencia “el momento complicado” que atraviesa el sector gráfico tanto en nuestro país como en el resto del continente. Este momento se debe, además de a la crisis, al “cambio que ha sufrido la industria en el contexto de la comunicación, un cambio que comporta que todo suceda muy rápido y de forma intermitente”.

España ocupa el quinto lugar en la industria gráfica europea en cuanto a volumen de producción, y el tercer lugar en referencia al número de empresas. “El problema es la baja productividad de las empresas españolas”, señaló Hostench. Desde 2001 se ha dado una caída constante de la producción, alcanzando el 35%, del empleo (42%), del volumen de facturación (32%) y del consumo de papel (46%). Además, se ejerce una presión constante y generalizada sobre los precios y los márgenes “ya que el consumo no arranca y la capacidad instalada en las empresas es muy superior a la demanda que recibe”.

Asimismo, la tendencia de los costes al alza no favorece la recuperación: electricidad, energía, papel, tinta, máquinas… “Todo es cada vez más caro y los países donde los costes laborales son mínimos son los que tienen oportunidades. El modelo de empresa que funciona actualmente es la de bajo coste, donde el trabajador recibe una remuneración inferior a la deseada”, puntualizó Francesc Hostench, “y esto no puede ser, Europa debería actuar”.

La impresión de productos como enciclopedias, libros o mapas ha bajado un 87%, 30% y 51% respectivamente, lo que se debe al despegue en las ventas de e-books. The Economist señala que en 2018 estas ventas se aumentarán en un 930%, lo que se traduce en la “búsqueda de nuevas oportunidades en el sector”, según Hostench.

“Hasta 2018, el sector editorial y comercial descenderá y el sector del packaging y etiquetas les superará en volumen de negocio. La previsión de crecimiento de este sector a corto plazo (4 o 5 años), así como la impresión digital y la flexografía, es positiva, no como la del offset”. La impresión aún acapara el 70% del gasto en publicidad ya que en medios digitales todavía no es efectiva. De este modo, “el soporte impreso sigue teniendo mucha fuerza, pero la clave del éxito está en la combinación de la impresión y el formato digital”.

La imprenta del futuro se basa en plantas de producción multiproceso en la que se combinen diferentes tecnologías de impresión. Esta imprenta debe ser proveedora de servicios más orientados al marketing, que permitan una mejora constante de la productividad y tengan un foco en soluciones ecológicas: “La especialización en segmentos de mercado a través de servicios adicionales otorga el valor añadido que la imprenta del futuro necesita”.

Para concluir su ponencia, Francesc Hostench destacó que siguen existiendo grandes oportunidades con soportes físicos ya que “su aplicabilidad abarca muchos campos, pero las empresas deben reorientar sus actividades en otra dirección y aceptar que los datos que tuvimos antes de la crisis no volverán a darse”.

La realidad económica española, dónde estamos y cómo estamos

José María Gay de Liébana, profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, analizó en la jornada en qué punto se encuentra la economía española en el actual marco europeo. Las perspectivas negativas marcaron la ponencia, en la que el profesor indicó que hasta 2033 no se creará empleo de forma estable, en parte, debido a que el modelo económico español “está demasiado basado en el sector servicios y le falta más industria”. En 2016, “seremos la primera potencia del mundo en número de parados”. Las zonas europeas con más desempleo son todas españolas: Andalucía (36,3%), Ceuta (35,4%), Melilla (34,4%), Canarias (34,1%) y Extremadura (33,7%). Además, es importante resaltar “el grave problema de paro juvenil, vivimos en un país en el que el 54% de nuestros jóvenes no tiene trabajo y el que lo tiene, es precario”. Liébana indicó que “los impuestos que pagamos en España son los más altos de Europa y en Cataluña, los más altos del mundo”.

El otro gran problema de la economía española, según el profesor, es la deuda pública. El déficit acumulado desde 2008 ha provocado la pérdida de 607.238 millones de euros. El 97,1% del PIB español que contabiliza en Europa se dedicará a intentar sufragar la deuda pública, pero “en realidad es el 142%”, quiso señalar. “Vamos a tener que reestructurar la deuda, ya que el gasto público es muy superior a los ingresos desde 2008”.

La parte ‘positiva’ de la situación actual es la regeneración de los bancos: “Podemos ser moderadamente optimistas y esperar mayor financiación para las empresas, siempre que éstas estén saneadas y no conlleven riesgos”. En este sentido, desde 2010 la deuda empresarial se ha rebajado en 300.000 MM€. “Aquí es donde vemos que el sector privado está haciendo grandes esfuerzos y se desendeuda, pero el público hace lo contrario”. La suma de paro, la deuda y la poca financiación resultan en que “solamente 27 empresas ya suman el 60% de la deuda total y eso significa que las pequeñas y medianas empresas se han quedado y se quedarán sin financiación”.

Jose María Gay de Liébana apostó por la regeneración económica y social de España en su ponencia.