La serigrafía se adapta a los nuevos tiempos
En su momento, dentro del sector de las artes gráficas, la serigrafía representó un sector importante y en algunos aspectos puntero, experimentando un crecimiento que desbordó las previsiones de los más optimistas.
A modo de ejemplo de sus muchas vertientes podemos citar el auge que tuvo en los años 70, y que perdura en la actualidad, la denominada ‘serigrafía artística’. Sin ir más lejos, en estos días, en una conocida sala de subastas de Londres, una serigrafía del polifacético artista Andy Wharhol con la imagen de la cara del primer revolucionario ruso Lenin, saldrá a subasta con un precio de salida de alrededor de 60.000 euros.
Sin embargo, en sí la aplicación de la técnica de la serigrafía ha experimentado un cierto retroceso, cediendo paso a las impresoras digitales, tarea que ha supuesto una adaptación por parte de los profesionales de la serigrafía a las nuevas técnicas y en consecuencia, perdiendo parte del componente de lo que denominaríamos ‘oficio’ de la serigrafía, dando paso a unas tareas que requieren de nuevos y diferentes perfiles profesionales.
De todas formas, hay que dejar constancia de que la serigrafía ocupa y ocupará a sectores y aplicaciones que única y exclusivamente pueden ser llevadas a cabo por esta técnica. Por lo tanto, el futuro es sin duda optimista, una vez reconocidas las virtudes y defectos de la impresión digital y las aplicaciones que no pueden ni podrán hacerse de otra manera que no sea por serigrafía. Además, la aparición de nuevos soportes en el mundo tecnológico-industrial llevará consigo que la serigrafía y la impresión digital desarrollen y amplíen nuevas tendencias tecnológicas, a saber la más adecuada para estas nuevas aplicaciones.
En relación a la maquinaria se constata desde hace tiempo el creciente interés de la mayoría de las empresas por automatizar al máximo la mayoría de los procesos para así poder ajustarse a los niveles de competitividad ineludibles y exigidos hoy en día. Es en este sentido donde se producen los mayores avances con la aparición de mejoras tecnológicas encajándolas en la aplicación serigráfica que en esencia continúa preservando sus principios de técnica milenaria, es decir la pantalla, la tinta y la espátula.
Es por ello que, sin duda, este sector contribuirá a mejorar las sostenibilidad ya que cada día la sensibilidad medioambiental y social está de forma omnipresente en los principios del sector, contribuyendo así a una sostenibilidad económica tan necesaria en estos momentos de profunda transformación, que están requiriendo de unos esfuerzos y sacrificios que el sector está llevando a cabo con gran dignidad.