Las mini-plantas dotan al productor de las tecnologías más avanzadas para la elaboración de producto final

En el entorno actual en el que se está produciendo un cambio en las capacidades y hábitos de consumo, se hace necesario anticiparse y dar respuestas inteligentes que permitan mantener o alcanzar una calidad adecuada en los alimentos y que se pueden considerar básicos: leche y derivados lácteos, carne, pescado, etc. Con el afán de dar respuesta a las necesidades actuales del sector lácteo a nivel nacional e internacional, se hace necesario un modelo de negocio que evite los elevados costes de logística, almacenamiento y transporte.

En países desarrollados como España, el sector lácteo se enfrenta a una situación crítica motivada por diferentes factores, como unos precios de mercado inferiores a los costes de producción, la importación de excedentes de otros países a bajo coste, el déficit de la cuota láctea frente al consumo real o el aumento de las denominadas marcas blancas.

En los países menos favorecidos la situación se agrava para las clases sociales con menos recursos. El acceso a los productos lácteos se restringe a clases de mayor poder adquisitivo de la población rural impide el abastecimiento de productos saludables y nutritivos. Por todo ello se necesitan estrategias y respuestas que permitan el consumo local de modo “que se produzca, se procese y se consuma in situ”.

Inprelat, marca de Casimiro Máquinas, nace con espíritu innovador y comprometido con el medio rural, con el producto primario y con las zonas en las cuales es difícil el abastecimiento de alimentos procesados. Inprelat aporta una solución consistente en mini-plantas totalmente equipadas para la elaboración de productos lácteos, despieces cárnicos, etc. Se trata de un concepto de planta formada por un conjunto de elementos que se comporta como una unidad a la cual se alimenta de materia prima, suministro eléctrico y agua en cantidades y condiciones determinadas para elaborar y almacenar todo o parte del producto o productos para los cuales haya sido diseñada.

A partir de contenedores de 40 o 20 pies de longitud han sido fabricados según normas internacionales para transporte de mercancías vía marítima, carretera o tren. La mini-planta modular se habilita según las normas europeas para la fabricación de alimentos y está fabricada con materiales que cumplen con los más altos estándares de calidad. La estructura está fabricada con paneles frigoríficos de poliuretano que ofrecen un aislamiento pleno en toda la instalación. El recubrimiento del suelo, también fabricado a base de poliuretano, contiene un agente antimicrobiano que garantiza la seguridad de la instalación ante agresiones contaminantes repetidas.

El proceso supone para el productor un ahorro considerable en gastos de logística, transporte y almacenamiento

Para cada producto, proceso y ubicación, un equipo de tecnólogos en alimentos e ingenieros especializados diseñará, de modo personal, la planta productiva. De su trabajo se tendrá un proyecto que permitirá:

· Adaptarse al entorno, observando la protección y respeto al medio ambiente utilizando energías alternativas y sistemas de depuración y reciclaje.

· Usar las tecnologías más avanzadas para la elaboración del producto o productos para los cuales se diseñe la fábrica.

· Cumplir con todos los requisitos legales aportando toda la documentación exigida por la Administración.

El conjunto se monta en las instalaciones de Inprelat y llega a su ubicación final necesitando solamente conexión eléctrica y agua. Se trata, en definitiva, de una fábrica de alimentos funcional de modo inmediato, diseñada para satisfacer y dar respuesta a nuevos modelos de abastecimiento de alimentos sanos y de alta calidad.

Espacios interiores de la instalación.