Más ayudas, seguimiento GPS y aversión por olores para frenar los ataques de lobo en La Rioja
El Gobierno de La Rioja adoptará medidas como el aumento de las indemnizaciones por ataques, el nuevo método de aversión del lobo basado en olores, la geolocalización de ejemplares de esta especie y la instalación de paneles informativos sobre la presencia de mastines en el entorno rural para favorecer la coexistencia de la ganadería extensiva y el lobo en la comunidad autonóma.
Estas medidas son fruto del diálogo, el consenso y la colaboración de asociaciones ecologistas, organizaciones profesionales agrarias y ganaderos de la sierra que están involucrados en el proceso de mediación impulsado por el ejecutivo regional en torno a la Mesa de la Ganadería Extensiva y el Lobo, que cuenta con la colaboración de la Fundación Entretantos, según asegura la administración autonómica.
El Gobierno de La Rioja extenderá las indemnizaciones por ataque de lobo a todo el territorio de la Comunidad Autónoma de La Rioja, ya que hasta ahora solo se indemnizaban los ataques producidos en la Reserva Regional de Caza de La Rioja. Además, se ha planteado incrementar las indemnizaciones y otras ayudas, incorporar costes relativos al lucro cesante, y promover nuevas inversiones preventivas y de mejora de las infraestructuras de uso ganadero en la sierra.
También, como línea de apoyo para compatibilizar el desarrollo rural y la protección de la biodiversidad, se ha propuesto impulsar un proyecto de radioseguimiento para realizar un control de presencia y campeo de lobos que se enmarca en la propuesta para un programa coordinado de marcaje de ejemplares de lobo ibérico en España, en acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El seguimiento GPS ayudará a mejorar la gestión de daños ocasionados por el lobo, permitiendo, por ejemplo, valorar la respuesta de la especie a la implementación de métodos de prevención. Asimismo, el marcaje de ejemplares de lobo con emisores GPS permite acumular información detallada para valorar el impacto de distintas actividades humanas sobre la necesaria conservación del lobo ibérico.
Además, vinculado al uso de nuevas tecnologías y avances científicos que ayuden a la coexistencia, se ha planteado iniciar un proyecto de aversión condicionada a la presa en colaboración con los investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), vinculado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata de un programa de tres años, con una primera fase piloto de un año que determinaría la continuidad del mismo en función de sus resultados. Este método consiste en usar sustancias químicas en la presa que generen rechazo por olor condicionando a los lobos que inhibirán su apetencia por el ganado y/o por los lugares en los que se encuentra. El objetivo es que aprenda a rechazar a su presa en encuentros posteriores al asociarla con un sabor o un olor que le genera malestar. Se trata de desencadenar un mecanismo de supervivencia natural que muchos depredadores desarrollan para evitar el consumo de alimentos tóxicos o en mal estado una vez que han tenido una primera mala experiencia.
Asimismo, entre las medidas figura la elaboración e instalación de carteles que adviertan de la presencia y del comportamiento de mastines que están presentes en las zonas de mayor uso público y recreativo del medio rural, ya que este animal es una pieza clave para evitar posibles ataques a los rebaños de vacas, ovejas y cabras.