La forma de cría en jaula representa el 77% del censo en avicultura de puesta
Según señala el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la adaptación del sector a la normativa de bienestar en el año 2012, que en la práctica supuso cambiar todas las jaulas de alojamiento de gallinas, con una inversión requerida superior a los 600 millones de euros, motivó realojar todo el parque de ponedoras en batería (el 90% de la producción nacional), intensificó esta redimensión y ha producido una auténtica reconversión del sector productor, polarizado en dos modelos de producción: por una parte, unas explotaciones industriales de gran dimensión que alojan las gallinas en batería, y por otra un número creciente de pequeñas explotaciones de carácter alternativo.
Esa dualidad se ha ido adaptando en los últimos tiempos. Así, el porcentaje de explotaciones con sistemas de cría convencionales ha pasado de suponer el 60,5% del total en 2013, al 36,6% en 2019, aunque el censo de las explotaciones alternativas únicamente supone el 23% del total. Respecto a 2018, se han incrementado un 1% las explotaciones y un 6% el censo en sistemas alternativos.