Mejoras tecnológicas en el uso del agua y de los pastos de la ganadería extensiva
La ganadería extensiva ofrece una serie de ventajas inigualables para la sociedad. Se trata de un sistema de explotación en el que se intenta compatibilizar la producción con la sostenibilidad del territorio y se realiza en terrenos de gran extensión en el que los animales se alimentan de los propios recursos del medio. Debido a su naturaleza, favorece la biodiversidad y el equilibrio del medio natural, fija la población en el medio rural y ofrece productos de alto valor añadido. A pesar de su importancia, actualmente atraviesa una grave crisis de rentabilidad, acentuada, aún más, por los efectos del cambio climático. El aumento de la temperatura global y la ausencia de precipitaciones produceuna disminución notable de los pastos, uno de los ejes fundamentales de la ganadería extensiva y de toda la cadena trófica. Además, la erosión empeora más este escenario que conlleva sobrecostes y disminución de la productividad.
Estas circunstancias han llevado a que se ponga en marcha el proyecto europeo Life Live-Adapt ('Adaptation to Climate Change of Extensive Livestock Production Models in Europe'), financiado por el programa LIFE de la Unión Europea y con el objetivo de intentar adaptar la ganadería extensiva al cambio climático, innovando y utilizando nuevas tecnologías a través de un equipo de investigación multidisciplinar. Su duración es de septiembre de 2018 a septiembre de 2022 y en él participa la Universidad de Córdoba como coordinadora.
Miembros del proyecto europeo Life Live-Adapt ('Adaptation to Climate Change of Extensive Livestock Production Models in Europe').
“Tradicionalmente se ha asociado la modernización a la ganadería intensiva” explica Vicente Rodríguez Estévez, el responsable del proyecto en la institución académica cordobesa, “pero se puede tener una moderna ganadería extensiva y ecológica en la que los animales estén en libertad, no dependan de alimentación externa y sin embargo se usen elementos tecnológicos”. Con esta filosofía, el proyecto, que ha arrancado hace tan solo unos meses y en el que participan ocho socios europeos, tratará de dar un empujón a estos sistemas de producción ganadera adaptándolos a los tiempos de cambio actuales.
En primer lugar, tratarán de mejorar tecnológicamente la captación y el aprovechamiento del agua, uno de los puntos débiles de estos sistemas ganaderos debido, entre otros factores, a la escasez de precipitaciones. Para ello, se diseñarán aljibes inteligentes, se desarrollarán sistemas para limitar la evaporación de agua en charcas ganaderas y se utilizarán mecanismos para impedir el acceso de fauna silvestre a los abrevaderos de los animales mediante identificación electrónica de los animales que pueden acceder al recinto donde se sitúa el agua. De esta forma, se podrá evitar que determinadas especies no sometidas a controles sanitarios contagien al ganado doméstico sus enfermedades, como la tuberculosis, un problema que actualmente está poniendo en graves aprietos a la ganadería extensiva.
Otro de los objetivos del proyecto es diseñar herramientas de gestión de las explotaciones a partir de bases de datos de acceso libre con distintas informaciones que podrían ayudar a orientar a los productores en la toma de decisiones. La clave está en que las medidas de manejo estén orientadas por datos en tiempo real como, por ejemplo, nivel de precipitaciones, temperatura, lotes de cubriciones, epidemiología, ciclos de vida de los parásitos, etc. para determinar los requerimientos de alimentación suplementaria y los momentos óptimos para realizar tratamientos sanitarios. De esta forma, se podría optimizar el manejo del ganado y los pastos y mejorar la rentabilidad en este tipo de explotaciones.
El proyecto también abarca ensayos de mejora de pastos con leguminosas pratenses de ciclo corto, tratamientos parasitarios alternativos y refuerzo de las poblaciones de coleópteros coprófagos con el objetivo de mejorar el equilibrio de los pastizales.