Retos y desafíos para los detallistas de puericultura

La tienda física representa en sí misma un desafío para los detallistas, que deben adaptar sus puntos de venta a las corrientes y las tendencias actuales, con el objetivo principal de llamar la atención de los consumidores y poder ofrecerles experiencias de compra únicas. El comercio físico debe ser capaz de ofrecer elementos diferenciales para que el consumidor prefiera ir a los establecimientos en vez de quedarse en casa y comprar desde el sofá. En este sentido, el asesoramiento personalizado es el principal elemento diferenciador con el canal online, pero a partir de aquí, es importante también generar experiencias únicas que hagan de la visita del consumidor una actividad especial (más todavía teniendo en cuenta que el objetivo es comprar artículos para un hijo). Y conectando con el punto cerca de la digitalización, la transformación tecnológica del punto de venta puede ayudar mucho en este sentido.

La transformación digital de las tiendas sigue siendo un desafío importante para los detallistas del sector de la puericultura. Para vender es imprescindible estar donde está el cliente, y este hoy en día se encuentra en diferentes plataformas, por lo que la omnicanalidad se convierte casi en una obligación, y para ello las tiendas necesitan digitalizar sus procesos para seguir siendo competitivos. En este sentido, la mayoría de los detallistas a los que hemos consultado reconocen la necesidad de mejorar en este aspecto para tener la capacidad de trabajar en los diferentes entornos (físico y online), siendo el físico el que les permite asesorar mejor al consumidor, y el digital el que les permite abrirse a nuevas ventanas de venta.

El comercio online también representa un desafío para los detallistas, y más aún ahora, que con la pandemia y las duras restricciones en su inicio muchos consumidores descubrieron las compras en este canal. En este ámbito, el desafío no debe centrarse únicamente en la lucha contra las compras en internet, aunque algunos detallistas así lo piden, sino que hay que ir más allá para intentar buscar puntos de encuentro que permitan a todas las partes beneficiarse de esta ventana de venta. Es cierto que los detallistas deben enfrentarse muchas veces a condiciones adversas, con precios más reducidos en el canal online, pero teniendo en cuenta el crecimiento de las ventas en este canal, los detallistas podrían aprovechar también para potenciar sus canales online y conseguir así aumentar sus ventas totales.

La natalidad es también una de las preocupaciones de los profesionales del sector, con una caída continuada del número de nacimientos que parece no tener fin, y que en definitiva acaba suponiendo que el mercado potencial al que se dirige la industria del bebé se vea cada vez más reducido. Ante esta situación, que los detallistas ya consideran alarmante, desde el sector reclaman la implicación de las autoridades y defienden la necesidad de apoyar todos juntos, como sector, políticas e iniciativas que ayuden a fomentar la natalidad y que la gente, principalmente los jóvenes, no tengan miedo a tener bebés.

Sin lugar a dudas, uno de los principales desafíos a los que debe enfrentarse el detallista de puericultura es la situación actual en la que estamos inmersos, todavía arrastrando las consecuencias de la pandemia, con una crisis del transporte marítimo que está generando incertidumbre entre los profesionales y los consumidores, o con el aumento de los precios de materias primas y servicios, que están provocando también un aumento del coste final del producto. A todo ello, debemos sumarle también la invasión de Ucrania, que también está teniendo un impacto directo en el consumo. Los detallistas son conscientes que todas estas problemáticas nos seguirán acompañando, como mínimo la primera mitad del año, y el principal problema es la incertidumbre que genera esta situación, y el no saber cuándo se le podrá poner fin para volver definitivamente a la normalidad. Aunque habrá que ver cuál será la normalidad una vez se superen estos obstáculos.