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CIBERSEGURIDAD EN EL TELETRABAJO 22 Los datos lo corroboran. Según un estu- dio de Randstad, sólo en España los datos evidencian el impacto del tele- trabajo: frente a las 915.000 personas ocupadas que teletrabajaban habitual- mente en 2019, -que representaban el 4,8% de la población activa-, se ha pasado a 3.015.200 en 2020, lo que supone un 16% de la población activa. Y es que, el porcentaje de personas que teletrabajan se ha disparado a un 216,8%. con respecto al año anterior a la pandemia. La necesidad de recurrir al teletrabajo, que ha mantenido a flote a muchas empresas, -gracias al esfuerzo y tesón de muchos responsables y técnicos de sistemas que lo han puesto en mar- cha en un tiempo récord-, también ¿Quién nos iba a decir, hace no mucho tiempo, que lo que muchas empresas consideraban un 'plus' para sus empleados, una ventaja para la conciliación familiar, se convertiría en una necesidad? Teletrabajo, un nuevo escenario con viejas amenazas ha supuesto un nivel de riesgo con el que, en muchos casos, no se estaba acostumbrado a lidiar, si tenemos en cuenta las cifras anteriores. Sin embargo, esto ha tenido un alto coste, y no sólo técnico, ya que según datos de Google, ha supuesto unos 35.000 euros de media por ciberata- que, que ha puesto en un brete todo el esfuerzo realizado, llevándonos a preguntarnos: ¿son también segu- ros nuestros sistemas en esta 'nueva normalidad'? Para poder conocer en profundidad y desde el punto de vista de la seguri- dad cómo es la situación del binomio teletrabajo – ciberseguridad, tenemos que analizar las siguientes cuestiones: Rogelio Saavedra, auditor de seguridad de LEET Security

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