89 PUBLIRREPORTAJE Ello supone un riesgo no sólo para las mascotas, sino también para el resto de ocupantes de los vehículos, que pueden verse gravemente dañados. Tampoco se recomiendan, de ninguna manera, las correas que se enganchan directamente al collar de los animales porque, al no retenerlos eficazmente en caso de colisión, pueden provocarles lesiones graves en el cuello. Además, les permiten movimientos libres que pueden interferir en la conducción. A día de hoy no existe una normativa específica para el transporte de mascotas. Amenudo se mencionan la ECE R17 (regulación de asientos y anclajes) o la DIN 75410-2 (sujeción de la carga en vehículos), pero no son normativas que tengan en cuenta el transporte de animales. Tampoco existen maniquíes de animales para los ensayos (crash-test dummies) como sí los hay para el estudio de personas y niños: maniquíes biofieles que cuentan con acelerómetros y sensores para saber con precisión el efecto de un impacto en los órganos internos. Con todo, el transporte de animales en un vehículo está regulado por el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación, pero nomarca unas pautas firmes en cuanto a cómodeben viajar las mascotas, sino que tan sólo indica que no deben interferir en la conducción. Anclajes Isofix. Vista detalle. Comparativa.
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