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85 GUÍA PARA... EL CONSUMIDOR RECELA DE LA IA EN EL PROCESO DE COMPRA A pesar de que, para una gran mayoría, la Inteligencia Artificial (IA) puede comportar benefiios inmediatos, son muchos los usuarios que recelan de las tecnologías derivadas de esta. Así lo revela, entre otros datos, el estudio ‘Barómetro compra y consumo’, realizado por Aecoc Shopperview en colaboración con 40 dB. Uno de los datos más relevantes que extraemos del estudio es que el progresivo avance de la IA preocupa al 39% de la población, mientras que el 46% se muestra preocupado y emocionado por igual. Por su parte, al 15% le emociona positivamente el desarrollo de la IA y las posibilidades que ofrece (un 30% entre el segmento de población correspondiente a la Generación Z). Tal y como iremos viendo, las diferencias intergeneracionales son muy evidentes en este estudio. Respecto a los recelos que despierta la IA entre los consumidores, a la mayor parte de la población (65%) le preocupa que pueda contribuir a propagar fake news o suplantaciones de identidad, conduciendo a la creación de perfiles falsos que puedan derivar en fraudes. A su vez, al 56% le inquieta que el avance de esta tecnología suponga una amenaza para su privacidad (un 62% entre las mujeres), mientras que el 50% teme que los asistentes de voz le espíen. Sin embargo, tres de cada cuatro consumidores consideran que la Inteligencia Artificial (IA) comportará beneficios en los procesos de compra (76%), según revela el estudio ‘Barómetro compra y consumo’, realizado por Aecoc Shopperview en colaboración con 40 dB, en el que se ha analizado la percepción de la población sobre la IA, los principales servicios asociados al uso de esta nueva tecnología y las ventajas que aportará en los procesos de compra del futuro. En concreto, el 49% de la población considera que el uso de la IA durante el proceso de compra facilitará la comparación de productos entre distintas plataformas. De igual modo, el 49% cree que esta tecnología facilitará la actualización de la información sobre pedidos de entrega a domicilio (tanto en compras online como en delivery). Por otro lado, el 44% percibe que la aplicación de IA mejorará la hiperpersonalización y la recomendación de productos, mientras que un 35% considera que permitirá una atención al cliente más eficaz, al tiempo que un 29% cree que facilitará la seguridad en los métodos de pago. Por último, el 30% piensa que la IA puede suponer una amenaza para su trabajo (un 38% en los hogares con hijos y un 49% entre las personas que teletrabajan), una cifra que contrasta con el 41% que considera que la consolidación de la IA no supone un peligro en el ámbito laboral. Uso generalizado Por otro lado, la mayoría de la población ha reconocido interactuar con la IA (63%), aunque solo un 22% lo hace frecuentemente o a diario (un 39% entre la Generación Z y un 38% entre los que teletrabajan). Asimismo, un 24% asegura no tener ninguna relación con estos sistemas, mientras que un 13% dice no saber si hace uso (un 21% entre los boomers), una cifra que ejemplifica la existente falta de conocimiento sobre esta materia. En referencia a los servicios que se utilizan con mayor asiduidad (a diario o frecuentemente), prácticamente la mitad de la población (49%) reconoce usar navegadores y GPS en su rutina diaria. Seguidamente, el 29% emplea asistentes de voz como Alexa o Siri, una cifra que escala hasta el 43% entre los millennials. Por su parte, alrededor del 15% de los consumidores maneja chatbots como ChatGPT o Bing Chat (un 39% entre los Zetas) y asiste a chatbots de ayuda para la compra online o para la atención al cliente (un 30% en la Generación Z y un 23% entre los millennials). El estudio concluye que, aunque la pandemia impulsó significativamente el comercio electrónico, no todos los cambios de comportamiento fueron permanentes. “Teorías como el comportamiento compulsivo, el atesoramiento y el miedo sugieren que estos cambios fueron temporales”, explican los autores. “La mayoría de los consumidores ya estaban familiarizados con el comercio electrónico, limitando nuevos aprendizajes o cambios de comportamiento. No obstante, los nuevos usuarios, menos familiarizados con el comercio electrónico antes de la pandemia, han incrementado su uso en el periodo post-pandémico, corroborando la hipótesis de que los niveles de experiencia influyen en la permanencia de los comportamientos inducidos por la pandemia”. n

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