75 ANÁLISIS REDES SOCIALES filtros específicos como la limitación de mensajes por parte de desconocidos o avisos de tiempo máximo de uso, en aquellos perfiles registrados como menores de edad. Aun así, la verdad es que muchos menores están en estas plataformas sin identificarse como tales. “Hay que tener en cuenta la dificultad para tener una cifra real de acceso y consumo, especialmente cuando hablamos de menores”, detalla Sílvia Martínez. PELIGROS DE CONSUMIR CONTENIDO PARA ADULTOS SIENDO MENOR En el ámbito comunicativo, Ferran Lalueza y Sílvia Martínez consideran que hay cuatro grandes peligros para los menores. “El primero es la comparación social negativa: el contraste entre la vida de ensueño que suelen mostrar las redes y la vida real resulta demoledor si no hay consciencia de que estas plataformas no son un fiel reflejo de la realidad”, explica Lalueza. Otro gran peligro, según los expertos de la UOC, es la facilidad de acceso a contenidos tóxicos, como discursos de odio, acoso, violencia, sexo inapropiado o el eco tóxico de las propias redes. “Las redes te retroalimentan con lo que más te angustia”, advierte Ferran Lalueza. Además, explican que también existe la propagación de valores poco edificantes como vulgaridad, frivolidad, superficialidad y egocentrismo. Sílvia Martínez, investigadroa también del grupo GAME, resalta el coste de oportunidad, es decir, el hecho de utilizar estas plataformas en lugar de hacer algo más enriquecedor: “Buscan mantener al usuario conectado el máximo de tiempo posible, mostrando una infinidad de contenidos que se adaptan a sus gustos y preferencias”. En esta línea, Daniel Riera, director de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones de la UOC, añade que “siempre puedes ir ‘bajando’ y encontrando más contenidos, lo que genera una sensación de que, si no sigues, te puedes perder algo importante”, algo que tiene un claro interés empresarial por parte de las plataformas, según el experto. Otra característica que atrae y engancha a los usuarios (independientemente de la edad) es que “en una pantalla pasan muchas cosas por minuto, al contrario que en nuestro entorno natural, y esto hace que nuestro cerebro se interese más por lo que hay en la pantalla”, advierte. Precisamente esta atracción permanente da resultados muy positivos para las plataformas en el ámbito de la publicidad, como confirma el estudio de Harvard. Pero ¿cómo generan beneficios publicitarios estos usuarios? Sílvia Martínez explica que “el tiempo de consumo que los menores dedican a las pantallas y a las plataformas los convierte en un público objetivo interesante, ya que, al sentirse atraídos por un producto o servicio, trasladarán este deseo a sus padres”. En esta misma línea, Ferran Lalueza advierte que esta vía está mucho menos regulada que otros apoyos publicitarios y los anunciantes están dispuestos a pagar por ello al ser un canal muy efectivo: “No olvidemos que el público infantil es un público vulnerable y más fácil de manipular”. Según el estudio de Harvard, las plataformas recorren a la publicidad computacional altamente personalizada para hacer coincidir los datos demográficos y los patrones de uso específicos de los usuarios con los intereses financieros de los anunciantes. Por ello, diferentes instituciones europeas han puesto en marcha medidas como el Reglamento Europeo de Protección de Datos, la Ley de Servicios Digitales, la de Mercados Digitales y resoluciones del Comité Europeo de Protección de Datos para introducir cambios específicos en la gestión de la publicidad en estas plataformas. Daniel Riera explica que “las características propias de las redes sociales afectan a todas las personas, pero en los jóvenes son más peligrosas, porque estos están definiendo su identidad y buscando su lugar en la sociedad”. En algunos casos, los riesgos que se han relacionado con el uso de las redes sociales son, a su vez, señales de alerta de un uso excesivo o problemático. Podrían ser, según Merche Martín, el empeoramiento del rendimiento académico y la disminución de actividades de ocio al aire libre, malestar emocional y físico o ciberacoso. “Por eso es importante que la sociedad en general, y de manera especial el contexto social más inmediato, concretamente padres, madres y educadores, tomen conciencia de este fenómeno, asuman responsabilidades y orienten y acompañen hacia un uso responsable y saludable de las tecnologías y las redes sociales”, concluye la psicóloga. n EL USO DE LAS PANTALLAS Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Microsoft) o Sergey Brin (Google) han explicado públicamente que han criado sus hijos libres de pantallas. Asimismo, en Silicon Valley proliferan los colegios sin tabletas, ni ordenadores y las niñeras tienen prohibido el uso del móvil por contrato. En España, en cambio, la situación es la contraria, según un estudio de la UOC y la Universitat de Girona, donde se afirma que más de la mitad de los adolescentes no tienen normas en casa para el uso de las TIC. En esta línea, el informe ‘Common Sense’ advertía una diferencia: los niños de hogares de altos ingresos utilizan los dispositivos para entretenerse menos que los niños de hogares de ingresos medios y bajos. Ferran Lalueza explica al respecto que “habitualmente, los mayores ingresos están vinculados a un mayor nivel educativo y a la consiguiente concienciación respecto al riesgo asociado del uso de las redes, y disponer de más recursos económicos multiplica las opciones de ocio infantil; en tercer lugar, los bajos ingresos pueden ir vinculados a trabajos precarios que dificultan la conciliación y la cura de los hijos”.
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