las necesidades de los ventiladores de los equipos en hasta un 40%. Por lo tanto, al margen de las innegables ventajas para la salud de los usuarios de esos espacios, los ahorros energéticos logrados permiten, en función de las fugas previas, recuperar la inversión del sellado en un intervalo que oscila tan solo entre 1,5 o 2,5 años. ¿POR QUÉ TIENEN FUGAS LAS REDES DE CONDUCTOS DE AIRE? Pero no vayamos tan rápido. Lo primero es saber por qué nuestro sistema de ventilación puede tener fugas. La respuesta es sencilla y fácilmente solucionable sea cual sea la etapa en la que se detecte: normalmente este problema atañe al diseño y planificación, a la fabricación del sistema o, finalmente a la fase de instalación, incluyendo el transporte, manejo y montaje. Bajando a estos niveles, nos encontramos con que la mayoría de las instalaciones no se diseñan ni planifican con un criterio, no solo de sostenibilidad, sino que ni siquiera se suelen contemplar procesos de commissioning, imprescindibles a la hora de verificar equipos, instalaciones y sistemas, lo que permitiría detectar fallos en el ensamblaje o deterioros que ocasionan la falta de estanqueidad. Cuando se implementa un proceso de commissioning el punto de partida es la fase de diseño, lo que permite que se revise la capacidad de puesta en marcha y mantenibilidad de las soluciones, pero también la puesta en servicio y entrega de las instalaciones para que sean acordes con los objetivos de funcionamiento. De esta forma, se asegura que las instalaciones y sistemas suministran las condiciones de confort y salud a sus ocupantes, cumpliendo los criterios operatividad, eficiencia, fiabilidad, mantenibilidad, seguridad, huella de carbono y sostenibilidad definidos por la propiedad o usuario final. No obstante, aunque un proceso de commissioning previo permitiría detectar y solventar esas fugas en los conductos durante la instalación, si se detectan a posteriori –algo habitual sobre todo en instalaciones más antiguas-, existe una alternativa fácilmente implementable a la hora de solventar el problema: el sellado de las redes de los sistemas de ventilación y climatización desde el interior, mediante la nebulización de un polímero sellante en conductos presurizados que únicamente se acumula en los puntos donde se localizan las fugas hasta cerrarlas por completo. LA SOLUCIÓN: UN BUEN SELLADO DE LOS CIRCUITOS La aplicación de este tipo de sistema de sellado permite aumentar la eficiencia del sistema HVAC, reduciendo el consumo energético. Además, un buen sellado reduce ruidos y olores, mejora la ventilación del edificio y el confort térmico, y permite cumplir con los requisitos del RITE y con la normativa de calificación de estanqueidad UNE. Pero sobre todo, aporta un beneficio fundamental en los entornos hospitalarios, que es su eficacia en la eliminación de virus y patógenos. Hay que tener en cuenta que el límite de fuga en un conducto de impulsión de 85 m2 de un quirófano y clase de estanqueidad ATC2 (500Pa) es de 17,38 m3/h, por ejemplo. Los proyectos que hemos implementado desde Aire Limpio en entornos de este tipo arrojan cifras muy positivas. En uno de nuestros proyectos más recientes para un importante grupo hospitalario hemos conseguido reducir las fugas en entornos críticos hasta un 96% mejorando notablemente el confort térmico de las instalaciones y permitiendo ahorros de hasta 14.000 euros anuales en pérdidas en climatización. La clave en este tipo de entornos pasa también por sellar los tramos de conducto con fugas en poco tiempo y sin tener que cerrar las instalaciones, ya que obligaría a derivar pacientes a otros centros. En nuestro caso lo conseguimos gracias a Siselco, una herramienta novedosa que nos permitió realizar el sellado de 16 redes de conductos, de manera escalonada, en solo una semana, lo que facilita a la gerencia hospitalaria mantener en uso un número de entornos críticos adecuado para poder seguir dando servicio a sus pacientes. Siselco aúna un polímero en aerosol no invasivo, que no libera gases, ni es inflamable ni tóxico, -eliminando la necesidad de derribar paredes o quitar aislamiento para introducirlo en los conductos-, lo que facilita su implementación sin afectar a la atención al paciente del hospital, con un software de medición que permite conocer los puntos de fuga y evaluar que están siendo sellados dentro de los parámetros marcados para el proyecto. Esto facilita la verificación de los resultados y la generación de un certificado de finalización, acorde con las exigencias de la norma UNE-EN 1507, que requiere que el ensayo de estanqueidad final se haga en el emplazamiento. n
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