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producción. La transición a este nuevo modelo implica, entre otras muchas cosas, rediseñar las instalaciones industriales para su hibridación con energías renovables de autoconsumo, y muy especialmente la energía fotovoltaica. No obstante, la urgencia sigue siendo la reconversión del sector de la refrigeración a soluciones sostenibles, necesariamente basadas en refrigerantes naturales. Ya nadie duda de que “los refrigerantes sintéticos de nueva generación”, basados en hidrofluorolefinas o HFOs, serán poco más que refrigerantes de transición, aunque si bien, necesarios para la viabilidad técnica del parque de instalaciones preexistente. Es por ello que, cuando nos enfrentamos al diseño de una nueva instalación, deben ser los refrigerantes naturales el primer principio irrenunciable. LA EFICIENCIA ENERGÉTICA La mejora de eficiencia energética ha sido durante muchos años el principal motor del desarrollo tecnológico en refrigeración. La racionalización de los recursos, en ese caso la energía, es en sí mismo un noble propósito. Formalmente, lo que debe condicionar el diseño del sistema es la reducción del índice TEWI; es decir, el impacto total equivalente sobre el calentamiento atmosférico, y en particular, el impacto indirecto asociado al efecto invernadero de las emisiones de la producción de energía. Este impacto indirecto es el que en un principio nos hacía dudar de los beneficios de los refrigerantes naturales cuando estos suponían una merma de la eficiencia energética. Por ejemplo, con el factor de emisiones de 2007, el incremento del consumo de un sistema de CO2 transcrítico equivalía a un impacto del mismo orden que las fugas de refrigerante de un sistema de expansión directa de HFC. Pero esto ya no es el caso con los nuevos sistemas de CO2 y los actuales factores de emisión, incluso inferiores a 0,1 kgCO2/kWh. Pero es sobre todo el ahorro económico en la factura de electricidad, debido al coste de la energía, el que ha motivado el interés de la industria por la eficiencia energética. Y esto ha sido así especialmente aquellos años de altos costes energéticos (2012… 2018, 2022). Sin embargo, la vuelta a precios industriales de la electricidad por debajo de los 0,15 €/kWh relega la eficiencia energética a un último lugar de importancia. Y más aún debería despreocuparnos, cuando el mercado mayorista de la electricidad cotiza a la baja en torno a los 0,05 €/kWh. LA INTEGRACIÓN DE ENERGÍAS RENOVABLES En la transición energética a fuentes de energías renovables, el verdadero reto es resolver la acumulación de la energía proveniente del sol y del viento. La expansión de las energías renovables en España nos ha llevado a tener precio cero de la energía durante buena parte de las horas del año, debido a la imposibilidad de acumular la energía y por tanto de aprovechar los excedentes de producción. El problema de acumulación de energía ha de resolverse, no solo a escala de red, sino también de forma distribuida, aguas abajo del contador. En poco más de un año hemos visto como el despliegue de instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo industrial ha llegado hasta tal punto que la red eléctrica es incapaz de absorber los excedentes de producción. En la práctica, ya no es posible obtener autorizaciones de vertido a red en una instalación de generación distribuida. Esto ha llevado a que, según APPA, cerca del 20% de la producción solar fotovoltaica de autoconsumo Evolución en España del precio industrial de la electricidad [€/kWh] y el factor de emisiones de CO2 [kgCO2/kWh]. 35 DOSIER EFICIENCIA ENERGÉTICA SECTOR INDUSTRIAL

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