USO DE AGUA Los humidificadores adiabáticos, especialmente las unidades de alta presión, suelen exigir un proceso de tratamiento de agua más extenso debido a su sensibilidad a las impurezas del agua. Generan una neblina mediante boquillas finas, lo que requiere una calidad de agua prístina para evitar obstrucciones. Por otro lado, los humidificadores de vapor tradicionales tienen más tolerancia a las impurezas del agua, aunque niveles muy altos de impurezas pueden aumentar considerablemente los costes de mantenimiento y reparación. Las unidades adiabáticas de alta presión utilizan una cantidad sustancial de agua: más de 61 millones de litros. Los humidificadores adiabáticos de alta presión destacan por lograr de manera eficiente una humidificación rápida y efectiva, y el tratamiento del agua provoca un alto uso de agua. Le siguen de cerca las unidades condensadoras de gas, que consumen aproximadamente casi 50 millones de litros. El uso principal de esta agua (además de la humidificación directa) es en los procesos de purga, que son esenciales para mantener la calidad del agua dentro del sistema de humidificación. En contraste, las unidades eléctricas y de medios de 12” realizan un uso de agua más conservador, 23.000.000 litros y 27.000.000 litros, respectivamente. Los humidificadores eléctricos están diseñados específicamente para un uso óptimo del agua, empleando sistemas de gestión de agua y evaporación controlada para aumentar la humedad interior de manera efectiva y al mismo tiempo conservar el agua. Así mismo, el diseño específico de los humidificadores de medio de 12”, junto con una distribución controlada del agua y un proceso de evaporación eficiente, les permite mantener los niveles de humedad interior mientras utilizan el agua con cautela. Figura 2. Es importante señalar, al considerar las implicaciones de costes, que el agua cuesta considerablemente menos en comparación con los gastos totales de energía, como se muestra en la figura 2. Aunque las unidades adiabáticas pueden tener un mayor consumo de agua que los humidificadores tradicionales, su uso total de energía significativamente menor se traduce en costes operativos más bajos, lo que refuerza su rentabilidad. NECESIDAD REDUCIDA DE HUMIDIFICACIÓN En el caso de este centro de datos que hemos utilizado como ejemplo, tanto los humidificadores adiabáticos como los tradicionales mantienen una necesidad constante de humidificación. Sin embargo, en operaciones donde la cantidad de aire exterior es más flexible que en este ejemplo, los sistemas adiabáticos enfriarían el aire lo suficiente como para que se necesitara menos aire exterior para enfriar el centro de datos, ahorrando así en la necesidad general de humidificación. La prioridad de garantizar la seguridad y el rendimiento del equipo anula los posibles ahorros de energía que podrían derivar de una menor humidificación en momentos específicos. Sin embargo, con un ligero cambio en los controles y un requisito mínimo de aire exterior más bajo para este sistema, las ventajas de los sistemas adiabáticos serían aún más significativas. USO DE ENERGÍA DE RECALENTAMIENTO En este escenario específico, la ausencia de sistemas de recuperación de energía y un mínimo de aire exterior relativamente alto significa que se necesita el uso de energía de recalentamiento para los sistemas adiabáticos, tanto para sistemas de alta presión como de medios. En este caso se trata de 5,2 MWh anuales de gas natural. Si hubiera un requisito mínimo de aire exterior o recuperación de calor más bajo, esto significaría un uso cero de energía de recalentamiento en un sistema adiabático para un centro de datos. n 32 DOSIER SECTOR TERCIARIO
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