TRIBUNA DE OPINIÓN MANIFIESTO DE BIOENERGY EUROPE SOBRE LAS CAPACIDADES DE LA BIOENERGÍA PARA MEJORAR LA VIDA DE LOS CIUDADANOS EUROPEOS El próximo mandato de la UE deberá abordar problemas urgentes como el cambio climático, la seguridad energética y el aumento del coste de vida para los ciudadanos europeos. Bioenergy Europe les proponen una serie de medidas para conseguirlo. • Para “desfosilizar” nuestra economía es necesaria una estrategia clara de abandono de los combustibles fósiles que incluya acabar con los todos los subsidios a los combustibles fósiles y calcular las emisiones de su cadena de valor estableciendo unos estándares mínimos. Idealmente, los Estados miembros deberían establecer fechas de finalización del uso de combustibles fósiles en diferentes sectores, con hojas de ruta y medidas claras para lograrlo. • Uno de los mayores valores del sector de la bioenergía es que podemos contribuir a mejorar la seguridad energética en la UE de forma sostenible y eficiente. Para optimizar nuestra aportación sería necesario poner en marcha un programa amplio para reemplazar los antiguos dispositivos de calefacción que incluya un fondo para alentar su modernización y promover inversiones en el uso eficiente de la bioenergía. • Para que logremos emisiones negativas de carbono será necesario implantar tecnologías de eliminación de dióxido de carbono a gran escala. En este campo, el potencial de la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS), el uso de carbono biogénico (BECCU) y el biochar (BCR) va a ser relevante. Para acelerar la implantación de estas tecnologías se requiere habilitar un marco político y financiero adecuado y establecer objetivos cuantificables en 2030, 2040 y 2050. La bioenergía con captura y almacenamiento de carbono será fundamental en sectores difíciles de descarbonizar como el transporte pesado por carretera, el marítimo o la aviación y otros como el del acero o el cerámico. "El creciente uso de la biomasa en el ámbito industrial ayudará a descarbonizarse a grandes consumidoras de energía, tanto térmica como eléctrica" de gas natural y electricidad por biomasa, cubriendo por completo sus enormes necesidades energéticas. Y no es el único ejemplo; empresas como Nestlé, La Seda o Grupo García Carrión y otras de sectores como el de las orujeras, los invernaderos o las panaderías también han decidido “pasarse” a la biomasa y disfrutar de sus ventajas. Así que nuestro sector va copando poco a poco espacios antes ocupados por los combustibles fósiles y, sin duda, veremos cada vez más industrias “pasándose” a la biomasa. BENEFICIOS MÚLTIPLES PARA LOS PUEBLOS Quiero destacar las acciones que están llevando a cabo distintas administraciones públicas a lo largo y ancho del país, empezando por la Diputación de Badajoz, a la que en 2022 otorgamos el premio Fomenta la Bioenergía por su proyecto para implantar equipos de biomasa en edificios de la provincia; una iniciativa que parece que se replica en otros lugares. Un ejemplo notable es Málaga, donde la diputación ha anunciado una inversión significativa para instalar sistemas de biomasa en centros a su cargo. Estas acciones promueven el uso de la biomasa forestal, ayudan a mitigar los riesgos de incendios forestales y crean empleo en las zonas rurales, que tanto lo necesitan. Mencionar también el decidido impulso que está dando Castilla y León a la instalación de redes de calor en distintas ciudades, y las actuaciones de empresas privadas que, con el apoyo de distintas administraciones públicas, están construyendo redes en ciudades como Cuenca, Guadalajara, Palencia, Ávila y otras. Seguro que estos ejemplos servirán para promover proyectos similares por parte de diputaciones, comunidades autónomas y ayuntamientos y pronto veremos cómo muchos municipios se “pasan” a la biomasa y se desconectan de los combustibles fósiles. 67
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx