Como recuerda Juanma, para poder cubrir todas las necesidades sin riesgo de quedarse sin suministro eléctrico tuvieron que poner en práctica una labor de regulación del consumo que ha hecho posible que el sistema funcione sin cortes. “No es que no hubiera bastante energía, es que no sabíamos usarla correctamente”. Por eso, distribuyeron las distintas tareas habituales de un hotel a lo largo de la semana para ir escalonando el consumo y reservar la energía de las baterías para el uso de los clientes durante los fines de semana”. De hecho, realizaron una formación para todo el equipo que trabaja en Mar de Fulles con el objetivo de que supieran qué pueden hacer dependiendo del estado en que se encuentren las baterías y sacar así el máximo aprovechamiento. Juanma Urbán reconoce que ya en el primer año de vida de la instalación fotovoltaica se dieron cuenta de que se habían "quedado cortos", por lo que hicieron una ampliación en la cubierta a través de una plataforma de crowdlending. “Las personas que financiaron el proyecto no tenían por qué tener una gran capacidad económica pues podían invertir desde 50 €. Finalmente, más de 300 personas han colaborado en esta instalación, que ahora es de su propiedad hasta que terminemos de pagarla”. El edificio también está diseñado para una instalación de biomasa, aunque por el momento, y ante el aumento de las temperaturas que estamos experimientando, no se ha llevado a cabo. No obstante, no la descartan pues tienen prevista la construcción un spa y ahí sí que podría tener cabida esta instalación para el calentamiento del agua. La instalación fotovoltaica completamente aislada está orientada al sur para maximizar su capacidad de producción con 180kW de potencia instalada en la cubierta del edificio. La instalación se completa con cuatro bancos de baterías de doble profundidad , como explica Juanma Urbán, 'alma máter' del proyecto. GESTIÓN DEL AGUA En la Comunidad Valenciana, debido a la forma en que llueve, cada vez es más difícil gestionar el agua: "mucha cantidad, muy pocas veces al año, por lo que intentar acumular es imposible, ya que se evapora", reconoce. Por tanto, diseñaron un sistema de recuperación de agua a través de las cubiertas, pero en vez de intentar acumularla, simplemente las devuelven para su uso. Juanma Urbán nos explica el sistema: "Junto a los muros hay unas zonas de grava; por debajo de la grava hay unos tubos que recogen toda la lluvia y la devuelven a las duchas. De esa manera, se acumula en el sitio que toca". En cuanto al agua de consumo, tienen un acuífero en la parcela, con agua de calidad, que les ha permitido tener pozo propio, con sistema de depuración de filtros verdes y embotellan ellos mismos su agua. Si a todo esto le sumamos una cocina de calidad, que utiliza productos de proximidad, con cultivos propios de temporada y variedades autóctonas y una piscina con sal marina, la experiencia de Mar de Fulles no puede ser más gratificante. n 20 DOSIER INSTALACIONES EFICIENTES SECTOR HORECA
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