ENTREVISTA 28 A nivel general, ¿cómo definiría la situación que atraviesa actualmente la Geotecnia en nuestro país, a nivel cuantitativo y cualitativo? ¿Cuáles son sus principales desafíos? La Geotecnia española ha tenido siempre un alto nivel de excelencia y lo continúa teniendo. La formación geotécnica de base es sólida, aunque hay que reconocer que se advierte una tendencia a diluirse en algunas de las nuevas titulaciones. En todo caso, una buena formación básica permite que nuestros profesionales se puedan enfrentar a los cambiantes retos que plantean las nuevas necesidades sociales y ambientales. En mis contactos internacionales, me encuentro con cierta frecuencia con geotécnicos españoles en los entornos más diversos. Detecto siempre que son bien valorados y reconocidos. Es evidente que los profesionales geotécnicos deberán afrontar nuevos desafíos que darán lugar a nuevas oportunidades. Las exigencias asociadas al cambio climático, a la reducción de emisiones (con la perspectiva de netzero en el futuro) y a la geo-energía supondrán unos nuevos campos de trabajo donde la Geotecnia jugará un papel central. Ejemplos evidentes son la construcción de campos de aerogeneradores (en tierra y en alta mar), almacenamiento de hidrógeno, secuestro de carbono, extracción de hidrocarburos no convencionales o almacenamiento de residuos radioactivos. En todos los casos, el terreno, y por tanto la Geotecnia, juega un papel fundamental. Como bien sabe, uno de los problemas que más preocupan a nuestro sector es la falta de profesionales. Tenemos una masa laboral en la Construcción cada vez más reducida y envejecida. Disminuyen los jóvenes que apuestan por este sector. Ud. es profesor de Ingeniería Geotécnica en la UPC. ¿A qué achaca esta merma en el talento disponible para esta industria? En efecto, hay una disminución significativa de estudiantes atraídos por la ingeniería civil y titulaciones afines. Es un problema a escala mundial, aunque quizás en nuestro país es algo más acusado. En mi opinión, gran parte de esta disminución de interés se debe a que nuestra disciplina tiene una larga historia, y, en consecuencia, tiene una imagen más madura y con una menor carga de modernidad e innovación. Creo genuinamente que esta situación se puede revertir cuando se haga patente el papel fundamental que la ingeniería geotécnica tiene y va a tener en el futuro para enfrentarse a los retos que, por ejemplo, plantea el cambio climático tanto en lo que se refiere a su mitigación como a la ejecución de medidas que palien sus efectos. “Desde la SEMSIG se llevan a cabo diversas actuaciones para estimular la participación de jóvenes ingenieros”, concluye Antonio Gens.
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