Horticultura

42 RIEGO La programación del riego basada en indicadores del estado hídrico de la planta permite incrementar un promedio del 36% la productividad del agua PROTOCOLOS DE RIEGO PARA INCREMENTAR LA PRODUCTIVIDAD DEL AGUA EN CULTIVOS LEÑOSOS Durante los últimos años, se han evaluado protocolos de riego deficitario basados en indicadores directos del estado hídrico de la planta, mediante la investigación aplicada en fincas comerciales en plena producción ubicados en la Región de Murcia. A continuación, se describen los principios considerados y los resultados obtenidos sobre la productividad del agua de dichos sistemas agrícolas. Abdelmalek Temnani, Pablo Berríos, Susana Zapata, Raúl Pérez y Alejandro Pérez-Pastor* Universidad Politécnica de Cartagena, Departamento de Ingeniería Agronómica. Paseo Alfonso XIII, 48. CP 30203 Cartagena, Región de Murcia. *alex.perez-pastor@upct.es Actualmente, es imperativo reducir la presión de la agricultura sobre los recursos hídricos y adoptar estrategias para minimizar el impacto ambiental, sin afectar negativamente el rendimiento ni la calidad de la fruta, y maximizando, de esta forma, la productividad del agua. Para ello, es fundamental que la determinación de las necesidades totales de agua del cultivo y la programación del riego sea complementada con el uso de indicadores del estado hídrico del cultivo, entre los que destaca el potencial hídrico de tallo, por su elevada sensibilidad al contenido de agua en el suelo y demanda climática. Mediante estas herramientas se ha logrado incrementar un promedio del 36% de la productividad del agua, reduciendo alrededor de 2.000 m3 ha-1 el riego de los principales cultivos leñosos, tales como frutales de hueso, cítricos y uva de mesa, bajo las condiciones semiáridas mediterráneas de la Región de Murcia. LA PRODUCTIVIDAD DEL AGUA EN LA AGRICULTURA Con el objetivo de generar una terminología común al uso del agua de la agricultura, desde un punto de vista fisiológico del cultivo y económico, se ha definido la productividad del agua de riego (WPi, por sus siglas en inglés irrigation water productivity), como la relación entre el rendimiento comercial durante el ciclo de cultivo (kg ha-1) y el agua de riego aplicada en el mismo período (m3 ha-1). Asimismo, cuando el rendimiento se relaciona con el agua de riego empleada más las precipitaciones, se hace referencia a la productividad hídrica del cultivo (WPc, crop water productivity) [1,2]. La disponibilidad hídrica es altamente sensible al patrón de cambio climático que hoy día vivimos, y las estimaciones indican que en zonas agrícolas de regadío bajo condiciones semiáridas mediterráneas, la disponibilidad de agua se reduciría significativamente, y más aun teniendo en cuenta el incremento de las temperaturas, que implicará un mayor requerimiento hídrico de los cultivos [3–5]. Esta situación es casi permanente en el sureste español, que a pesar de contar con una robusta infraestructura hidráulica y alta tecnificación a nivel de zona regable (comunidad de regantes y parcela), los agricultores deben aplicar estrategias para optimizar el uso del agua de riego y mantener la sostenibilidad de la actividad [6]. En este sentido, el término riego deficitario es cada vez más conocido,

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