Horticultura

DOSIER ALMENDRO 21 AGRADECIMIENTOS Al Ministerio de Ciencia e Innovación por la beca Torres de Quevedo PTQ2020-011271/ AEI / 10.13039/501100011033, recibida por Dr. Ángel Maresma. Para obtener altas producciones en sistemas de almendro superintensivo es fundamental utilizar un buen plan de abonado que permita disponer de nutrientes cuando el árbol los necesita El experimento se realizó siguiendo un diseño en bloques al azar con 3 repeticiones (61 árboles por repetición). El ensayo consta de 3 niveles de fertilización, calculados de acuerdo a la cosecha esperada: • (i) N50 – dosis de nitrógeno inferior a las necesidades del cultivo (90 kg/ ha de N), • (ii) N100 – dosis de nitrógeno óptima para el cultivo (180 kg N/ha), • (iii) N150 – dosis de nitrógeno superior a las necesidades del cultivo (270 kg N/ha). Además, se ha evaluado el efecto en el momento de aplicación de fertilizante nitrogenado; la dosis de N estimada como normal se aplica en un período que se inicia en el estado 3.1 BBCH (inicio del crecimiento de los brotes) hasta el inicio del endurecimiento de la cáscara (estado 7.7 BBCH) y se identifica como tratamiento N100stop. Por último, se ha evaluado el efecto del inhibidor de la nitrificación (DMPSA), presente en los fertilizantes ENTEC® en las distintas dosis y momentos de aplicación del fertilizante. RESULTADOS PRELIMINARES DEL ENSAYO Los resultados preliminares se corresponden a la campaña 2020, segundo año de recolección ya que en los años 2021 y 2022 los eventos de heladas tardías tuvieron una alta afección en la producción, desestimándose las cosechas en ambos años. La dosis de nitrógeno ha tenido un efecto significativo en la producción de almendra (pepita) (pvalor = 0,0012) cuando se aplicó inhibidor, mientras que cuando no se utilizó inhibidor no se produjeron diferencias significativas. La producción de la dosis de nitrógeno que no cubría las necesidades (N50), ha sido inferior a la obtenida con la dosis “óptima” de nitrógeno para el cultivo (N100) (Figura 2). Sin embargo, también se ha observado que la dosis de nitrógeno por encima de las necesidades (N150) no ha incrementado la producción, y no justifica económicamente, ni ambientalmente la aplicación extra de fertilizante. Por otro lado, el momento de aplicación del fertilizante no ha generado diferencias en la producción de pepita ( pvalor = 0,6046). El tratamiento que finalizaba antes la fertilización (N100stop) ha obtenido una producción similar al tratamiento N100. Con este resultado, se podría evaluar la posibilidad de aplicar el fertilizante hasta el inicio del endurecimiento de la cáscara (estado 7.7 BBCH). Por último, el efecto del inhibidor de la nitrificación DMPSA (ENTEC®) ha sido claro en todas las estrategias de fertilización testadas a excepción de la aplicación de nitrógeno por debajo de las necesidades del cultivo (N50). Sin embargo, en los tratamientos de fertilización óptima (N100, N100stop) o fertilización alta (N150), el inhibidor de la nitrificación DMPSA ha mejorado la producción de pepita (+7%, +8%, y + 10%) ( pvalor = 0,0036). Además, la eficiencia en el uso del nitrógeno también se ha visto mejorada por el uso del DMPSA en la fertirrigación. Además de los resultados de producción y eficiencia en el uso del nitrógeno, se están evaluando otros parámetros relacionados con la concentración de nutrientes en hojas, frutos y madera. El contenido de nitrógeno de las hojas, el fruto y la madera se ve incrementado significativamente con dosis altas de nitrógeno y con la aplicación de DMPSA. Asimismo, mejorar la disponibilidad de nitrógeno es clave en estos sistemas superintensivos, donde juega un papel clave a la hora de conseguir una mayor ramificación de ramos cortos y fértiles que mejoren altas tasas de floridez. CONCLUSIONES Para obtener altas producciones en sistemas de almendro superintensivo es fundamental utilizar un buen plan de abonado que permita disponer de nutrientes cuando el árbol los necesita. Para ello, se debe utilizar la tecnología disponible que permita aportar los nutrientes necesarios, pero que garantice la mayor eficiencia y el menor impacto ambiental. En el caso del nitrógeno, donde una mayor disponibilidad para el árbol favorece altas tasas de floridez que se traducen en cosecha, se puede mejorar su disponibilidad utilizando inhibidores de la nitrificación. Nuestros resultados preliminares muestran que las dosis óptimas y altas de nitrógeno que incorporan el inhibidor de la nitrificación DMPSA han obtenido las mayores producciones (hasta 3273 kg de pepita/ha). n

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