NUEVAS TECNOLOGÍAS 41 Mark Zuckerberg cambió en 2021 la marca Facebook por la de Meta, apostando por el metaverso. Fue una apuesta arriesgada con el foco puesto en las tecnologías directamente relacionadas con el metaverso, como son la realidad aumentada y la realidad virtual, esperando que ellas que pudieran impulsar la industria y sectores relacionados. Pero la Inteligencia artificial le pinchó a Mark Zuckerberg la burbuja del metaverso, y Reality Labs, la unidad de metaverso de Meta, lleva acumuladas pérdidas cercanas a 46 millones de dólares desde su creación en 2020, cifra que representa el 34% de los ingresos recibidos por Meta durante todo el año 2020. En este año 2024, la división Reality Labs lleva acuminados 4,5 millones de dólares. El problema del metaverso son las elevadas inversiones para desarrollar la tecnología para poder crear dispositivos de realidad virtual, de forma realista y operativa, y en esta fase es una inversión de riesgo, pero a medida que se generalice la adopción de sus tecnologías se abrirán nuevos mercados y modelos de negocio, creando nuevas formas de trabajar más eficientes y creativas en sectores como la educación, el comercio, o los juegos. Diversos estudios de investigación de mercado, estiman que el metaverso en la UE podría aportar entre 259.000 y 489.000 millones de euros anuales al PIB de la UE de aquí a 2035, (entre el 1,3 y el 2,4%). En España podría alcanzar entre los 28.000 y 53.000 millones de euros en 2035. A nivel mundial, en 2024, se estima en 700.000 millones de euros. En España, algunas universidades ya están aplicando el metaverso, creando entornos que permiten la interacción virtual de los estudiantes en actividades educativas, y en el acceso a información sobre instalaciones y procedimientos. También, en empresas del sector inmobiliario y minorista, además del sector público. Diversos estudios de investigación de mercado, estiman que el metaverso en la UE podría aportar entre 259.000 y 489.000 millones de euros anuales al PIB de la UE de aquí a 2035. En España podría alcanzar entre los 28.000 y 53.000 millones de euros en 2035. A nivel mundial, en 2024, se estima en 700.000 millones de euros.
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