FY113

34 ENTREVISTA ¿Qué papel pueden jugar las empresas de servicios energéticos en la consecución de esos objetivos? La Directiva Europea de Eficiencia Energética vuelve a poner el foco precisamente en un actor clave para el desarrollo de estas políticas: las empresas de servicios energéticos. Las ESEs son actores fundamentales en el desarrollo y ejecución de políticas de eficiencia energética. Estas empresas asumen el riesgo técnico y económico de los proyectos, aportan soluciones innovadoras y, al mismo tiempo, tienen la capacidad para financiar y ejecutar iniciativas que permiten descarbonizar y mejorar la eficiencia energética. Este modelo empresarial no solo dinamiza el sector privado, sino que también es crucial para el sector público, que necesita urgentemente incrementar el ritmo de renovación de sus edificios. En España, las ESEs han evolucionado constantemente, adaptándose a las necesidades del mercado, desde el autoconsumo y el almacenamiento energético hasta la descarbonización y sostenibilidad. Han demostrado ser actores clave en la implementación de mejoras energéticas y la consecución de los objetivos de reducción de emisiones. Además, su conocimiento técnico y su capacidad de gestión son vitales para alcanzar estos ambiciosos objetivos europeos y nacionales de eficiencia y sostenibilidad. ¿Considera que los CAE están incentivando de manera efectiva la actividad de las ESEs y facilitando la inversión en proyectos de mayor envergadura, o todavía existen barreras que necesitan superarse? Los Certificados de Ahorro Energético están siendo un incentivo clave para dinamizar el sector, proporcionando un impulso necesario a las ESEs. Estos certificados permiten canalizar las inversiones hacia proyectos de eficiencia energética, dando un respiro financiero y abriendo nuevas oportunidades. Sin embargo, aún existen barreras que deben superarse, especialmente en términos de escala y simplificación del acceso al sistema. Las empresas de servicios energéticos han apostado desde el principio por los CAE, colaborando estrechamente con el Ministerio de Transición Ecológica en su desarrollo. A pesar de ello, todavía hay margen para mejorar en aspectos como la homologación de los sujetos delegados y la facilitación del acceso a la financiación, especialmente en proyectos de menor envergadura. Las ESEs están adaptando sus estrategias para ser más eficientes y competitivas, y los CAE son una herramienta crucial para continuar ese camino. Sin embargo, es necesario seguir ajustando el sistema para que sea aún más accesible y efectivo. La financiación es un aspecto clave para la implementación de mejoras en la eficiencia energética. ¿Veremos nuevas fórmulas o modelos financieros para apoyar proyectos de descarbonización? Definitivamente, el sector financiero ha evolucionado mucho en los últimos años y seguirá adaptándose para facilitar proyectos de descarbonización. Desde la guía Eurostat de 2019, que permitió un tratamiento contable más favorable para las inversiones en eficiencia energética en el sector público, hasta la aparición de la taxonomía verde en el sector financiero, se han dado pasos importantes. Cada vez más, las entidades financieras tienen la sostenibilidad y la eficiencia energética en su punto de mira, lo cual ha abierto nuevas oportunidades de financiación. Y, de hecho, hace unos años cogimos el testigo para ayudar tanto a la banca tradicional como a otras modalidades financieras para poder ir evolucionando en este sentido. Y como resultado, ahora mismo dentro de asociación están las cinco entidades más importantes a nivel nacional. Además, los fondos de inversión han ido evolucionando hacia una mayor especialización en sostenibilidad. Ya no solo se enfocan en grandes proyectos, sino que empiezan a adaptarse para poder financiar iniciativas más pequeñas. El boom del autoconsumo y las renovables ha acelerado este proceso. Sin duda, veremos más herramientas financieras innovadoras, como el crowdfunding y nuevos modelos de renting, que harán posible que tanto las grandes empresas como las pymes puedan abordar proyectos de descarbonización y eficiencia energética con mayor facilidad. Entonces, ¿qué echa en falta? Lo que más echo en falta es la escala. Para maximizar el impacto de las inversiones en eficiencia energética, necesitamos paquetizar soluciones y alcanzar una mayor escala. Si conseguimos rehabilitar edificios o infraestructuras públicas o privadas a gran escala, podremos aprovechar mejor las oportunidades de financiación y conseguir que los proyectos sean más rentables y eficientes. También es necesario que los periodos de amortización de las inversiones se reduzcan, lo que facilitaría una mayor penetración de las tecnologías de eficiencia. Además, “Queremos que las empresas españolas que ya cuentan con un gran conocimiento den el salto a otros mercados internacionales, aprovechando el marco normativo europeo”

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx