aumentar el porcentaje de renovables en nuestro modelo energético y, por tanto, deben formar parte integral del desarrollo renovable nacional para alcanzar las metas para 2030. Adicionalmente, no sólo se debe priorizar la incorporación de almacenamiento, que permita integrar tecnologías que ahora mismo tienen problema de integración, también se debe apostar por aquellas energías que, directamente, aportan firmeza y son gestionables como, por ejemplo, la biomasa, proponen. Asimismo recuerdan que para llegar a los 300.000 millones de euros de inversión necesarios en el sector renovable para lograr los objetivos, habrá que atraer grandes inversiones en un mercado eléctrico marcado por la volatilidad”. “Si no se establece un marco regulatorio suficientemente atractivo para las nuevas inversiones, es imposible que se materialicen, especialmente en el sector fotovoltaico, donde las compañías han experimentado ya este año los efectos que ha provocado un fuerte desequilibrio instalador entre tecnologías. Si no corregimos el desarrollo fotovoltaico, con más almacenamiento y más demanda en horas centrales del día, los proyectos fotovoltaicos sufrirán mucho en los próximos años”, explica José María González Moya, director general de APPA Renovables. Consideran fundamental también la electrificación y descarbonización de la industria, así como el impulso de los biocarburantes, una mayor presencia del vehículo eléctrico y una apuesta decidida por las tecnologías renovables térmicas y también por los gases renovables, con el biometano como la solución más cercana en el tiempo para descarbonizar los procesos de altas temperaturas. En este sentido, “resulta sorprendente la ampliación de los objetivos referentes al hidrógeno, tecnología aún alejada de su competitividad, cuando el biometano no sólo da solución a problemas existentes de residuos, sino que, además, puede integrarse directamente en las infraestructuras de transporte y los procesos industriales existentes”, comentan desde la asociación. Recuerdan también desde APPA, que no sólo se debe priorizar la incorporación de almacenamiento, que permita integrar tecnologías que ahora mismo tienen problema de integración, sino apostar también por aquellas energías que, directamente, aportan firmeza y son gestionables como la biomasa. Fundación Renovables: “Faltan herramientas de control y seguimiento y una perspectiva social que garantice que la energía es un derecho” Tras la publicación del nuevo texto, Fundación Renovables también ha lanzado un comunicado analizando y valorando las medidas contempladas. Para esta organización el Gobierno sigue sin apostar por la electrificación de la demanda y no establece estrategias ni medidas de control para garantizar que se cumple el objetivo de una cuota eléctrica renovable del 81%. Asimismo, consideran que la reducción de emisiones al 32% para 2030, está muy debajo del objetivo del 55% establecido por Bruselas. Se congratulan, no obstante, de que por primera vez se establece un objetivo de electrificación de la economía, “tal y como planteó la Fundación Renovables”, aseguran. A pesar de la ambiciosa cuota del 81% en generación eléctrica de renovables para 2030, desde Fundación consideran que no hay una estrategia definida ni medidas de control que garanticen que España va a conseguir alcanzar ese porcentaje en plazo. Esto plantea dudas sobre el objetivo de llegar a sumar un 100% de generación eléctrica renovable antes de 2040. Desde Fundación Renovables también opinan que la Administración debe elevar su esfuerzo a la hora de priorizar actuaciones por el lado de la demanda, además de adaptar el mercado y el funcionamiento del sistema a una oferta 100% renovable. “Es necesario que esta estrategia, clave para la transición energética española, aumente el grado de concreción de sus medidas y plasme compromisos numé15 LEGISLACIÓN
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