cuenta a la hora de enfrentar los retos que plantea la transición energética. De Galicia se destaca en primer lugar el freno judicial que está sufriendo la autorización de los parques eólicos, un escollo que pone en peligro la materialización de la Agenda Energética de Galicia 2030, que establece que a finales de la década la proporción de renovables en el consumo final de energía debe ser del 58%. Por su parte, el Anteproyecto de Ley del Clima de Galicia tiene como objetivo aplicar medidas concretas para alcanzar la neutralidad climática en la región no más tarde del año 2050. Este anteproyecto considera especialmente importantes los mecanismos de participación y colaboración entre todos los sujetos de la acción climática de Galicia, ya que permiten aplicar un enfoque integrado que abarque cuestiones relativas a la protección de la biodiversidad y el respeto a las actividades previamente desarrolladas en Galicia. No obstante, el informe recalca que ni la Estrategia Gallega de Cambio Climático y Energía 2050, ni el Plan Regional Integrado de Energía y Clima 2019-2023 hacen una referencia explícita al despliegue de las energías renovables de una manera respetuosa con la biodiversidad y el territorio. Por otro lado, se cita el Anteproyecto de Ley de promoción de los beneficios sociales y económicos de los proyectos que utilizan recursos naturales. Esta iniciativa prevé el desarrollo de indicadores cuantitativos que permitan valorar el impacto social y económico de dichos proyectos, como es el caso de las energías renovables. Por último, el estudio menciona el Observatorio de la Eólica Marina, cuyo objetivo es facilitar la coexistencia entre el desarrollo de las renovables marinas y los usos marítimos preexistentes, con especial atención a las actividades pesqueras. En el caso de Asturias, la Estrategia de Transición Energética Justa establece que en el año 2030 el 72% de la electricidad regional deberá tener origen renovable y el 12,6% del consumo final de energía deberá ser cubierto por renovables. Esta estrategia es la hoja de ruta para transformar el sector energético de Asturias garantizando una transición que fortalezca el tejido industrial y reduzca las desigualdades en la región. Asturias cuenta también con las Directrices Sectoriales de Ordenación del Territorio para el Aprovechamiento La RED III recoge instrumentos de planificación reforzados para evitar que el despliegue masivo de las renovables se alcance en detrimento de la biodiversidad y el territorio. 56 INFORME
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