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68 TECNOLOGÍA/ACTUALIDAD El Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) liderará el consorcio internacional Génesis, “un ambicioso proyecto que busca abordar los desafíos en la gestión del agua dulce provocados por el cambio climático mediante soluciones basadas en la naturaleza y en tecnologías como la inteligencia artificial (IA) o la creación de los llamados ‘gemelos digitales’ (réplicas virtuales capaces de emular el funcionamiento de un activo físico en el entorno virtual) de las infraestructuras hídricas críticas”. Un proyecto liderado por el CSIC empleará inteligencia artificial para mejorar la gestión del agua Coordinado por el investigador del IGME-CSIC Alejandro García Gil, el proyecto contará con un presupuesto de más de 10,5 millones de euros, un hito histórico para este organismo científico ya que, por primera vez, lidera una iniciativa de esta envergadura, concretaron en una nota de prensa fuentes del CSIC. Génesis (Geologically Enhanced NaturE-based Solutions for Climate Change Resiliency of Critical Water Infrastructure) reunirá a un consorcio de especialistas y entidades de renombre internacional, con 19 socios de seis países distintos (España, Portugal, Cabo Verde, Bélgica, Grecia y Francia), que trabajarán conjuntamente para poner en marcha soluciones estratégicas que mejoren la gestión del agua subterránea, sobre todo en las regiones más vulnerables a los efectos del cambio climático, como son las islas oceánicas de la Maraconesia (Canarias, Azores, Madeira, Cabo Verde e islas Salvajes), donde es un recurso limitado y cada vez más escaso. La iniciativa se desarrollará entre el 1 de septiembre de este año y el 31 de agosto de 2028. LA PROTECCIÓN DE LAS INFRAESTRUCTURAS HÍDRICAS, UNA PRIORIDAD Dado que las alteraciones en las condiciones climáticas pueden tener efectos más negativos en el volumen de agua disponible en islas que en los entornos continentales, la protección de las infraestructuras hídricas es hoy una prioridad, y Génesis pretende demostrar que las soluciones innovadoras basadas en la naturaleza pueden mejorar su resiliencia climática. Se trata, prosiguen desde el CSIC, de infraestructuras que captan y almacenan agua (como pozos o galerías subterráneas), balsas para aguas residuales, sistemas de tratamiento de estas aguas, sistemas que protegen contra eventos extremos (como diques o barreras que mitigan inundaciones) o métodos de monitoreo de acuíferos, entre otros. En definitiva, se trata de proteger de forma efectiva las aguas del subsuelo, mejorar la eficiencia en su uso y reutilizar la mayor cantidad posible, apoyando también actividades sociales y económicas. Para ello, se desarrollará lo que se ha bautizado como ‘Deep demonstrator’ (demostrador avanzado), que no solo demuestra el impacto de una solución basada en la naturaleza a pequeña escala, sino que corroborará que las propuestas basadas en la naturaleza pueden funcionar, no solo en islas pequeñas, sino en condiciones reales a gran escala, por lo que pueden integrarse en las infraestructuras

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