Repsol ha decidido mostrar el rendimiento de su combustible renovable a bordo de un vehículo convencional. Por ello, hemos tenido la oportunidad de comprobar sus prestaciones conduciendo un Opel Grandland diésel. Tras probarlo, sin duda este carburante cumple con lo prometido, pues no podemos percibir ninguna diferencia llamativa respecto a su homólogo fósil, con el añadido de que este ofrece hasta un 90% en la reducción de emisiones netas de CO2. En números, tanto en rendimiento como en consumo, el coche presentó características similares a los carburantes tradicionales. Adrián Megías Paterna Además, podemos garantizar que la experiencia de repostaje resulta igual a la habitual, y las infraestructuras actuales para el suministro de combustibles pueden utilizarse para distribuir los nuevos biocarburantes. Esto no solo beneficia a los usuarios, sino también a las estaciones de servicio y centros de distribución, que no necesitan realizar grandes inversiones para ofrecer combustibles sostenibles. Los combustibles renovables se perfilan como una opción crucial para descarbonizar la movilidad. Estos carburantes, derivados de materias primas orgánicas como residuos agrícolas o aceite de cocina usado, no solo promueven la economía circular, sino que también ofrecen una solución inmediata para reducir la huella de carbono. Patricia Rueda Velasco, gestora de combustibles renovables en Repsol, destacó en una entrevista en este mismo medio que “este tipo de combustibles no solo son sostenibles, sino que también ofrecen un rendimiento equiparable al de los combustibles fósiles”. Según un informe elaborado por la Plataforma para los Combustibles Renovables, el uso de estos carburantes puede disminuir las emisiones una media del 82% en comparación con los combustibles fósiles. Al analizar las emisiones locales del vehículo, se destacan dos principales tipos de partículas: CO (monóxido de carbono) y HC (hidrocarburos). En este ámbito, los combustibles renovables presentan niveles de emisiones ligeramente inferiores a los de los combustibles convencionales. Esto se debe a que el combustible renovable, conocido como HVO (Aceite Vegetal Hidrotratado, por sus siglas en inglés), es un diésel parafínico que genera menos partículas y mejora el rendimiento de combustión. Respecto a las emisiones de NOX, ambos tipos de combustible, tanto convencionales como renovables, muestran niveles similares, según explicaron desde Repsol. LOS COMBUSTIBLES RENOVABLES DE REPSOL PUEDEN EMPLEARSE EN LOS VEHÍCULOS CONVENCIONALES SIN MODIFICACIONES Y CON UNA REDUCCIÓN DE HASTA EL 90% EN SU IMPACTO AMBIENTAL REPOSTAR COMO SIEMPRE Y REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO COMO NUNCA Actualmente, la compañía cuenta con más de 398 estaciones de servicio con distribución de combustibles 100% renovables. 14 CARBURANTE
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