13 CARBURANTE “Las gasolineras que adquieren estos combustibles a precios anormalmente bajos son perfectamente conscientes de su papel de colaboradores necesarios en la comisión de un delito, pues adquieren el carburante a precios especialmente bajos y luego lo venden al consumidor final a un PVP muy inferior al que se registra de media en esa zona”, explicaron. Estas estaciones de servicio que adquieren combustible a sabiendas de que su proveedor no cumplirá posteriormente con el pago del IVA, ejercen una competencia que podría considerarse desleal hacia aquellas instalaciones que adquieren de operadores que sí cumplen con las reglas establecidas, que son la mayoría. “Si un operador suministra combustible a una gasolinera y sabe que luego no va a liquidar el IVA, puede ofrecer el producto hasta un 21% más barato que el resto de oferentes”. Y como resultado, el comprador puede vender ese producto a un precio que resulta imposible de igualar para aquellos que cumplen con las normativas. Para CEEES, la Administración conoce los precios de un mercado específico, “pero navega entre dos aguas, pues por un lado estos defraudadores contribuyen a mantener a raya la inflación, mientras que en el otro platillo de la balanza las arcas del Estado dejan de recaudar cantidades muy importantes, de hasta 700 millones de euros anuales según los cálculos de la Agencia Tributaria”. “Es hora de que la Administración deje de hacerse trampas al solitario y cargue con todo el peso de la ley contra quienes quebrantan las reglas del juego. Por sí solo, el Real Decreto 8/2023, que entrará en vigor a finales del próximo mes de marzo, no solucionará todos los males que aquejan al sector de la distribución de carburantes. Al contrario, la moratoria de tres meses concedida por el Gobierno no ha hecho sino disparar el fraude desde la publicación del Real Decreto en el BOE a finales del pasado mes de diciembre”, denunciaron desde la entidad. Desde el punto de vista del consumidor, éste no tiene por qué saber qué precios están fuera de mercado. Sin embargo, “en demasiadas ocasiones el fraude fiscal viene acompañado de una adulteración del producto que puede causar graves averías”, aseveraron fuentes de la confederación en su comunicado de presa. “Detrás del beneficio fraudulento de quienes cometen esos delitos se esconde la sentencia a muerte de las estaciones de servicio legales, que pierden litros y clientes y ven por tanto comprometida su supervivencia y el servicio que prestan a la ciudadanía”. REVISIÓN DE LA FISCALIDAD CEEES señala como imperativa una revisión “racional y bien dimensionada” de la fiscalidad de los carburantes. “Con una economía que no acaba de carburar, el consumidor final busca los precios más bajos, contribuyendo — consciente o inconscientemente— a un fraude que nos cuesta muchos millones de euros a todos los españoles”. De salir adelante la reforma fiscal que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, adelantó la semana pasada en el Congreso de los Diputados, cada litro de gasóleo se encarecería 27 céntimos, mientras que la gasolina sería 15 céntimos más cara, según las indicaron desde la confederación. “Esos precios al alza en un contexto económico complicado como el actual son el mejor caldo de cultivo para que se perpetue el en sector de la comercialización de carburantes”. Para CEEES, medidas a priori bienintencionadas, como el Fondo Nacional de Eficiencia Energética, suponen un incremento injustificado de la tributación de los carburantes. Es previsible que las aportaciones a este fondo se dupliquen este año respecto a las efectuadas en 2023, “lo que encarecerá aún más el litro de gasolina y gasóleo. Lo mismo sucederá cuando se reactive la tramitación parlamentaria del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que sacará artificialmente costes de las renovables para cargárselos a los carburantes convencionales”. Por ello, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio ha solicitado a la Administración “la implementación de una verdadera fiscalidad verde que incentive la utilización de productos alternativos a los carburantes de origen fósil. En Francia, por poner sólo un ejemplo, el E85 (15% de gasolina y 85% de etanol) está sujeto a un impuesto de 11 céntimos por litro, más de seis veces menos que la gasolina convencional. En España, por el contrario, cuanto más renovable es la gasolina más impuestos paga”. n "Es hora de que la Administración deje de hacerse trampas al solitario y cargue con todo el peso de la ley contra quienes quebrantan las reglas del juego", exigieron desde CEEES
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