TÉCNICA Y TECNOLOGÍA 87

AERONÁUTICA Historicamente, el cadmio (Cd) se ha utilizado para mejorar la resistencia a la corrosion de una amplia gama de materiales con impacto en un gran numero de aplicaciones industriales 20 brimiento. Las aleaciones en base Zn conservan su comportamiento anódico respecto al acero, manteniendo la protección de sacrificio, pero con una menor velocidad de corrosión, lo cual alarga su protección anticorrosiva. En este sentido, la electrodeposición de recubrimientos de Zn-Ni proporciona una resistencia óptima a la corrosión cuando la aleación presenta un contenido en Ni entre 12-15% en peso. No obstante, un menor contenido de Ni en la aleación reduce las propiedades barrera y aumenta la velocidad de corrosión. Por el contrario, con un mayor contenido de Ni, superior a 25-30% en peso, el recubrimiento deja de actuar como capa de sacrificio con respecto al sustrato de acero y la resistencia a la corrosión disminuye. A pesar del desarrollo de nuevos electrolitos capaces de generar menos H durante el proceso, conocidos como LHE, este sigue siendo uno de los principales problemas relacionados con la aplicación de recubrimientos de ZnNi sobre UHSS. Figura 3. Flujo de trabajo actual para la aplicación de recubrimientos de ZnNi en el sector aeronáutico. Durante el proceso de electrodeposición se genera hidrógeno (H) como reacción secundaria. Este H se incorpora al recubrimiento durante el crecimiento de la capa metálica y es susceptible de migrar al material base, favoreciendo la fragilización por hidrógeno. Este fenómeno es una amenaza directa a la funcionalidad y durabilidad de los materiales y se define como la diminución de la capacidad de carga mecánica de los materiales, o bien, su fractura, por debajo de su límite elástico. Los daños producidos por la adsorción de hidrógeno por parte de los materiales son un tipo de degradación debido a la acción combinada de la presencia de H y esfuerzo mecánico, bien sea este último residual en el material o aplicado sobre el componente de interés. El daño generado por la presencia de H en los materiales puedemanifestarse de diversas formas como por ejemplo mediante ataque por hidrógeno, agrietamiento, ampollamiento, formación de hidruros, pérdida de ductilidad y micro perforación, entre otros. Todos estos modos de fallo se engloban dentro del paraguas de la fragilización por hidrógeno (HE). Para moderar el riesgo de HE en los materiales sobre los que se aplica un recubrimiento metálico, estos se someten a un proceso de desgasificación mediante un tratamiento térmico, a temperatura moderada y por largos periodos de tiempo, con el objetivo de que el H presente en el material base difunda al exterior, eliminando el riesgo de HE. Sin embargo, la eficiencia del proceso de desgasificación depende de muchos factores lo que provoca la aplicación de tratamientos térmicos universales y garantistas para reducir el riesgo de fragilización. La cantidad de H generado durante el proceso dependen directamente de las condiciones de trabajo del electrolito. Así, factores como la densidad de corriente aplicada, la temperatura, el pH, el área recubierta durante el proceso, entre otros, tienen

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