ENTREVISTA 13 Para situarnos, ¿cuál es el origen de la tecnología HIP? La tecnología HIP comenzó a desarrollarse durante los años 50 en Estados Unidos para la unión por difusión de componentes para la industria de energía nuclear. Desde entonces se fueron desarrollando aplicaciones para procesos de fabricación como la fundición, metalurgia de polvos, etc. En Hiperbaric, como empresa líder mundial especializada en el desarrollo de tecnologías de altas presiones, decidimos en 2018 entrar en el mundo de HIP por dos razones: las sinergias tecnológicas con los equipos que veníamos haciendo y la aparición de la fabricación aditiva, una tecnología con mucha proyección y donde el HIP tenía muchas aplicaciones. ¿Qué sectores son los más interesantes para aplicar la tecnología HIP? ¿Qué les aporta? Este proceso se aplica en multitud de sectores destacando el aeroespacial, energético, petróleo & gas, automotriz, e incluso el de la implantología médica. En definitiva, se usa en sectores con aplicaciones exigentes donde es necesario asegurar que el material utilizado está libre de defectos. Se suele considerar el HIP como una tecnología ‘habilitadora’ ya que permite que otras tecnologías de fabricación sean válidas para usos donde se requieren materiales con ciertas propiedades. Concretamente en aeronáutica, ¿en qué piezas se aplica esta tecnología y qué aporta en el resultado de la pieza? Una de las aplicaciones típicas del HIP en aeronáutica es la densificación de piezas obtenidas por fundición a la cera perdida, como por ejemplo piezas de motor como los álabes de las turbinas, y otros componentes estructurales fabricados por esta técnica. Estos componentes podrían presentar porosidades debido a los rechupes, los cuales podrían comprometer su vida en servicio. Gracias al HIP estas porosidades son eliminadas y la vida en servicio no se ve comprometida. La gama de materiales en los que se utiliza también es muy variada y abarca las aleaciones base niquel, aceros, titanios, aluminio, etc. Desde la aparición de la fabricación aditiva, se han multiplicado sus aplicaciones en mundo del sector aeroespacial y aeronáutico, de tal forma que prácticamente cualquier pieza estructural obtenida mediante tecnologías aditivas tiene que ser sometida a un proceso de HIP. El aeronáutico es un sector muy exigente en cuanto a seguridad. ¿Han tenido que certificar la tecnología HIP? ¿Qué estándares cumple? El proceso de HIP también está bajo el alcance del ‘National Aerospace and Defense Contractors Acreditation Program’ (Nadcap), por lo que los subcontratistas que ofrecen este tipo de servicios tienen que estar acreditados por este programa. Por lo que respecta al equipo, éste básicamente ha de cumplir con la norma AMS 2750 (Aerospace Material Specification) así que toda nuestra gama se ha diseñado conforme a esta norma. Además, existen requisitos propios del cliente final tales como Airbus, Boeing, Rolls Royce o normas ASTM, que establecen las condiciones bajo las cuales se ha de llevar a cabo el tratamiento de HIP. ¿Puede aplicarse a cualquier material metálico o está ceñida a algunos concretos por sus propias propiedades mecánicas? ¿Sería posible usarla en materiales compuestos? En principio, la tecnología HIP puede aplicarse a cualquier material metálico en incluso cerámico. La única condición (intrínseca en el propio proceso HIP) es que la pieza a tratar tenga porosidad cerrada, es decir, los poros no estén conectados a la superficie. Actualmente, se está aplicando en todo tipo de aleaciones tales como aceros, base níquel, aluminios, titanios, etc. El centro de innovación dedicado a HIP en las instalaciones de Hiperbaric.
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