En este sentido, la Denominación de Origen Calificada Priorat, y cada vez más la Montsant, está logrando ser reconocida como una productora de vinos de alta calidad. ¿Cómo lo están logrando?, les preguntamos. “Las condiciones básicas del suelo y el clima del Priorat ya te dan una materia prima de calidad. Aquí no hay que esforzarse por hacer vinos buenos si respetas el entorno, lo difícil es hacer vinos malos”, nos dice Coca entre risas. “Tenemos terrenos de baja fertilidad, con pluviometrías justas, heterogeneidad de suelos, especialmente en Montsant, y eso se traduce en vinos muy ricos y con matices muy diferenciados. Por otro lado, tenemos mucha viña vieja en el Priorat, por lo que los grandes vinos se pueden elaborar de forma excelente”, acrecienta. Además, en esta zona catalana influye otro factor, el humano: “La gente que hace vino aquí es bastante nueva, es decir, antes había mucho vino de cooperativa, pero toda la generación de ahora ha venido a hacer vinos de calidad, a mejorar”, declara. “Esto hace que haya pique entre nosotros, siempre de buen rollo, para ver quién lo hace mejor y eso es muy sano y muy bueno para todos porque nos hace crecer. Y, sobre todo, aquí amamos lo que hacemos: elaboramos vino porque lo adoramos”. En el caso de Clos Galena, la unión entre este terreno singular, un sueño tenaz y un equipo capacitado y motivado por la excelencia ha dado como resultado unos vinos singulares y excepcionales que consiguen transmitir toda una cultura, la tierra y el paisaje del Priorat. “Entendemos la calidad como Clos Galena trabaja para mantener y recuperar viñedos centenarios, en una tierra de suelos privilegiados y un clima extremo que marca el carácter de las variedades autóctonas (Garnacha y Cariñena) acompañadas de variedades de prestigio internacional. 91 PEQUEÑAS BODEGAS
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