VN42 - Eneo

LA OPINIÓN DEL ENÓLOGO Además, los cimientos de la bodega se utilizan para obtener energía geotérmica: 331 de los 538 pilotos geotérmicos instalados a una profundidad de entre 8 y 20 metros hacen de intercambiadores de calor con el suelo, lo que reduce un 37% los consumos energéticos de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. La iluminación eficiente se logra mediante la maximización de la luz natural a través del techo y un sistema de gestión avanzado que garantiza que el 100% de la electricidad utilizada está certificada como energía renovable. Con una instalación de 1.000 m2 de paneles solares, que generan 120 kW de energía, el 20% del consumo eléctrico de la bodega ya deriva de energía solar autogenerada. Otro de los puntos clave del diseño sostenible del proyecto es la gestión del agua de lluvia, con una visión integral del ciclo hídrico tanto en el interior del edificio –con grifos de alta eficiencia y el aprovechamiento del agua de la lluvia– como en el exterior, con un sistema de riego sostenible que utiliza la misma fuente en sus jardines. Un depósito de 700 m2 almacena agua de lluvia y una red de drenaje la infiltra en el subsuelo, favoreciendo el ciclo hídrico natural y reduciendo un 75,75% el consumo de agua potable, así como la saturación del alcantarillado y las depuradoras en caso de lluvia. El diseño de la nueva bodega, en distintos niveles –uno superior para la recepción de la uva y otros inferiores donde se realiza la elaboración y envejecimiento del vino–, permite utilizar la gravedad. La experiencia enoturística que ofrece Perelada recorre varios edificios e incluye el impresionante laberinto de sensaciones y audiovisuales. 68

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