VN41 - Eneo

VITICULTURA 80 nan una mayor superficie de contacto para que las moléculas de carbono se adhieran. Además, los suelos con una textura más fina también suelen tener una mayor capacidad de retener agua, lo que puede ayudar a proteger el CO de la descomposición microbiana al mantener el suelo más húmedo. La aplicación de los residuos orgánicos favoreció la RES del suelo, es decir la cantidad de oxígeno consumida por los microorganismos presentes en el suelo para llevar a cabo sus procesos metabólicos y de igual forma la DHA del suelo que es un indicador de la actividad microbiana en el suelo y esto se observó en los 2 suelos (S1 y S2) donde se aplicaron las enmiendas (Figura 1). La RES en la parcela S1 fue más elevada que en la parcela S2 y en ambos suelos aumentó en presencia de los distintos residuos (p<0.01 y p<0.05, respectivamente) siendo potenciada por la presencia del residuo con OF en el suelo. Sin embargo, este efecto no se mantuvo durante el periodo de crecimiento del viñedo. Los valores disminuyeron después de 8 meses y no fueron significativamente diferentes en las parcelas S1 y S2 con los diferentes tratamientos en ese período de tiempo (Figura 1A). Para la DHA también se observó un aumento inicial en presencia de los residuos (p<0.01) en ambos suelos debido a la estimulación de los microorganismos del suelo por el uso del CO (Pose-Juan et al., 2017). Los valores de DHA disminuyeron con el tiempo de forma paralela a la disminución del CO del suelo, aunque también se observó un aumento significativo de DHA en ambos suelos con los distintos tratamientos (p<0.001) y especialmente en el S2 después de los 8 meses de tratamiento (Figura 1B). La BIO total del suelo tuvo un comportamiento similar a la DHA en los dos suelos. En general, se encontraron valores más elevados de BIO en la parcela S1 que en S2, inicialmente y después de 8 meses de tratamiento del suelo con los residuos. En ambos suelos la BIO aumentó con la presencia de los residuos (García-Delgado et al., 2018) y aumentó después de 8 meses de tratamiento especialmente en el S2. El aumento de BIO en el S1 se justifica por el aumento en el número total de bacterias Gram-negativas y hongos con el tiempo mientras que esta evolución no se produjo en el S2. En ambos suelos estas modificaciones fueron mayores en los suelos enmendados que en el suelo sin enmendar (Figura 1C). Los residuos orgánicos aplicados al suelo aportan nutrientes y MO al suelo y de esta manera estimulan el crecimiento de los microorganismos del suelo. Estos microorganismos, como bacterias y hongos, utilizan el CO y otros nutrientes de los residuos orgánicos como fuente de energía para llevar a cabo sus procesos metabólicos, lo que puede aumentar la actividad respiratoria del suelo. Además, los residuos orgánicos también pueden aumentar la cantidad de poros en el suelo, lo que puede mejorar la circulación del aire y aumentar la cantidad de oxígeno disponible para los microorganismos del suelo. La DHA es un indicador de la actividad microbiana del suelo, ya que esta enzima es producida por los microorganismos del suelo durante la descomposición de la MO. Por lo tanto, un aumento en la actividad respiratoria del suelo debido a la aplicación de residuos orgánicos también puede aumentar la DHA del suelo. Todas estas consecuencias del incremente del CO en el suelo tienen una evolución diferente en función de Mezcla de ofita y MO.

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