VN41 - Eneo

VITICULTURA 78 en cada parcela utilizando un rotavator. El estudio se llevó a cabo desde marzo hasta octubre de 2019, periodo durante el cual el suelo se mantuvo libre de vegetación y sin fertilización adicional. Se tomaron cinco submuestras de suelo superficiales (0-30 cm) y fueron homogéneamente mezcladas y tamizadas (< 2 mm). Las muestras se tomaron tras la aplicación de los residuos y después de 8 meses tras la vendimia para la determinación del CO. Residuo postcultivo de champiñón, ofita y suelos El residuo orgánico utilizado como enmienda del suelo fue el sustrato postcultivo de champiñón (SPCH) generado tras el ciclo productivo del cultivo de Agaricus bisporus y sometido a un proceso aeróbico de compostaje de tres meses. Además, se utilizó polvo mineral de ofita (OF), roca de composición basáltica rica en magnesio y hierro y con alto contenido en magnesiotaranita y feldespatos de sodio y calcio (plagioclasas) y de potasio, para remineralizar el suelo. El SPCH fue mezclado con la OF al 15% y se dejó madurar durante un mes. Tanto el SPCH como el SPCH+OF fueron suministrados por Sustratos de La Rioja S.L. (Pradejón, La Rioja). Las características fisicoquímicas y químicas del SPCH, OF, SPCH +OF y de los suelos sin enmendar S1 y S2 se encuentran en la tabla 1. Análisis de los parámetros bioquímicos Los parámetros bioquímicos se determinaron por duplicado en muestras superficiales (0-15 cm) de suelos. La cantidad de oxígeno consumida por los microorganismos presentes en el suelo para llevar a cabo sus procesos metabólicos (RES del suelo), se determinó cuantificando la depresión originada en el consumo de oxígeno por estos microorganismos con un equipo OxiTop Control OC 110. La DHA es una enzima que cataliza la transferencia de hidrógeno de un sustrato a un aceptor y se utiliza como indicador de la actividad microbiana en el suelo. Se determinó a partir de la medida de la absorbancia del compuesto trifenilformazan a la λ=485 nm en un espectrofotómetro UV-visible de acuerdo con el método de Tabatabai (1994). La BIO, como medida de la cantidad de material orgánico vivo presente en el suelo se determinó a partir del análisis del perfil de ácidos grasos de fosfolípidos extraídos del suelo (Frostegård et al., 1993). Las muestras de suelo fueron liofilizadas inmediatamente después de ser tomadas y se utilizaron para la extracción de los lípidos. Los fosfolípidos se separaron de otros lípidos no polares y se transformaron en ésteres metílicos de ácidos grasos antes de su análisis y se cuantificaron mediante un cromatógrafo de gases. Viñedo con filas con distintas dosis de enmienda orgánica.

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