Por otro lado, los datos del Estudio Estratégico elaborado por Wine Intelligence (IWSR Drinks Market Analysis) indican que las ventas de vino en la categoría con bajo contenido o sin alcohol ya han alcanzado en el mundo los 11.000 millones de dólares y se espera que superen en 2032 los 24.000 millones de dólares. Si nos guiamos por este estudio, los mayores consumidores de este tipo de vinos son los jóvenes (de 18 a 24 años). Tanto es así que el 58% de los españoles menores de 34 años afirma “moderar la ingesta de alcohol” y se decanta por productos de baja o cero graduación, cifra que en Alemania llega hasta el 64% y en Australia, el 65%. Y si a esto le sumamos que un 72% de los consumidores españoles que han probado este tipo de vino han tenido una reacción positiva, el potencial de la categoría es muy amplio. Pero si en algo coinciden todas las bodegas entrevistadas es que no es necesario comparar los vinos desalcoholizados con los tradicionales. “Bajo nuestro punto de vista, no se deberían comparar unos con otros, especialmente de manera negativa en el caso de vinos sin alcohol”, dice de forma rotunda Manuel García, director de Marketing de Grandes Vinos: “Los vinos desalcoholizados son una alternativa al vino tradicional, para determinadas ocasiones en las que no se puede consumir alcohol o directamente para aquellos que optan por no consumir bebidas con alcohol en ningún caso. El vino sin alcohol tiene otras ventajas como tener un tercio de calorías que el vino tradicional y sus mismas propiedades beneficiosas y, obviamente, que se puede disfrutar sin tener que preocuparse por la cantidad de alcohol consumida”. Se suman a esta opinión desde Codorníu: “Hasta hace poco, las opciones de vino sin alcohol en España eran pocas, pero la situación ha cambiado claramente y grandes bodegas del país, no solo Codorníu, están lanzando muy buenos vinos sin alcohol. Aunque todavía estemos lejos de la oferta de países como Reino Unido, Alemania o Francia, es evidente que ha aumentado la cantidad y, clarísimamente, la calidad. Ahora, los sistemas de desalcoholización que utilizamos son capaces de mantener casi intactas las características de nuestros espumosos, como su burbuja suave y elegante”. Para Richi Arambarri, CEO de Vintae, “por supuesto que hay diferencias sensoriales y organolépticas” entre los vinos sin alcohol y los tradicionales: “Las nuevas técnicas están acercando esas diferencias y seguro que a futuro 17 SIN ALCOHOL
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