En el medio de cultivo se pone una muestra del vino a analizar, que se calienta a 30º, revisando a diario con el olfato hasta que se detecta la concentración del ácido acético y el consiguiente aroma a vinagre. Al comprobar el día en que aparece el olor es posible saber la cantidad de bacterias acéticas que tiene la muestra de vino inicialmente y el peligro de picado. Los resultados de esta investigación −en la que han participado Alejandro Parra Manzanares, Ana Rosa Gutiérrez Viguera, Isabel López Alfaro, Lucía González Arenzana y Aroa Ovejas Gálvez- se han publicado en el artículo ‘Development and Validation of a New Method for Detecting Acetic Bacteria in Wine’ disponible en la revista Food. n Alejandro Parra Manzanares ha obtenido el grado de doctor con la tesis dirigida por Ana Rosa Gutiérrez Viguera e Isabel López Alfaro, y con la calificación de sobresaliente ‘cum laude’. 39 LABORATORIOS
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