LA OPINIÓN DEL ENÓLOGO 51 “El mundo del vino tradicionalmente ha sido masculino y en la enología los puestos de gestión estaban destinados al hombre y la parte más social, la de consumir alcohol, también”, expresa. Observa que “paulatinamente la mujer se ha ido incorporando al sector", aunque precisa que "faltan mujeres en puestos de responsabilidad”. Confía, además, en que cada vez más mujeres españolas puedan convertirse en MW. ¿Cómo se llega a ser Master of Wine? Obtener este título es “muy complicado y muy demandante en tiempo y dedicación”, asegura Alberca, que estudió 30 horas a la semana para lograrlo. Hay que pasar tres pruebas, una cata a ciegas, un examen teórico y un trabajo de investigación. En la cata a ciegas se examina el conocimiento del mundo del vino del aspirante, que tiene que entender qué representa ese vino que está catando: en qué zona climática se ha desarrollado, cómo eran los suelos, cuáles son las técnicas de elaboración que se han empleado, a quién se le puede vender, etc. “Un MW cata de una manera especial. Tiene que desarrollar todo ese pensamiento crítico a partir de las evidencias en la copa”, destaca Alberca, quien colabora también para otras empresas, como la casa de inversiones en vino OENO. En la prueba teórica se abordan temas relacionados con el vino de una manera profunda y relacionándolos entre ellos, mientras que en el trabajo de investigación hay que desarrollar un tema nunca antes abordado, que Alberca dedicó a las implicaciones que tienen cada uno de los procesos de filtrado en el vino a escala industrial. “Es una formación que completa tu especialidad. Hay gestores de bodegas, periodistas, críticos, educadores, enólogos... Somos una paleta muy grande de profesionales dentro de la coctelera de los MW”, comenta Alberca. Una visión 360 del sector De lo complicado que es aprobar da cuenta el hecho de que sólo el 10% de los estudiantes que se matriculan consiguen terminar la formación y únicamente el 1% aprueban a la primera. El proceso, aprobando a la primera, conlleva tres años, aunque “el 99% de la gente emplea un poco más de tiempo, entre cinco o seis años, dedicados a estudiar con bastante concentración y con mucha aplicación”, puntualiza Alberca. Cubrir la formación tiene un coste de entre 10.000 y 12.000 euros al año, por lo que si se aprueba a la primera, el título demanda algo más de 30.000 euros, pero si se alarga cinco o seis años se eleva a entre 50.000 y 60.000 euros. Alberca no considera que esta titulación, por sí misma, garantice una salida profesional, como el que aprueba una oposición y obtiene un trabajo, pero sí que "completa la especialidad que tiene la persona que lo consigue y lo convierte en un profesional mucho más preparado, con una visión global 360 grados de todo el sector”. Los MW “son personas con una preparación elevadísima”, enfatiza Aberca, quien afirma que ahora ella es “mucho mejor catadora de lo que era antes”. Ha obtenido también "más visibilidad" de cara a colaborar con diferentes empresas y eventos sectoriales y le han otorgado "más responsabilidades" en las compañías para las que trabaja, llegando a ocupar en la actualidad, por ejemplo, un puesto en el consejo de administración de la empresa de Entrecanales Domecq e Hijos. n “Un MW cata de una manera especial. Tiene que desarrollar todo ese pensamiento crítico a partir de las evidencias en la copa”
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