28 ESTABILIZACIÓN La única ecosolución de estabilización tartárica y cálcica para elaborar un vino sostenible y saludable El ecoproceso de estabilización tartárica Oenodia garantiza el respeto del medio ambiente y la calidad de los vinos. Este proceso físico, único y 100% fiable, permite extraer los tartratos y el potasio, pero también el calcio, en cantidades muy precisas y predeterminadas gracias a un método de análisis exclusivo (STABILAB) y a la tecnología de estabilización de Oenodia (STARS). El resultado: una estabilización tartárica definitiva, sin aditivos, ni pérdida de vino, ni disolución de oxígeno. ACTUALMENTE, ¿QUÉ VOLUMEN DE LA PRODUCCIÓN MUNDIAL DE VINO SE ESTABILIZA MEDIANTE EL ECOPROCESO DE OENODIA? “A nivel mundial, más de 1.500 millones de botellas de vino son tratadas anualmente mediante nuestro proceso, respetando totalmente las cualidades organolépticas de cada producto”, indica Flor Etchebarne, ingeniero de negocios en Oenodia. “Este es el único método que garantiza que no habrá precipitación posterior de cristales en la botella, ya que el exceso de sales de potasio se ha eliminado por completo y parcialmente las de calcio”, precisa Jean-Louis Escudier, exinvestigador del INRA1, ex-experto OIV2 y autor del libro ‘De l’œnologie à la viticulture’3. Con un consumo de energía realmente bajo (0,2 kWh por 100 litros de vino tratado), el enfoque medioambiental de la ecosolución Oenodia es ejemplar. Este respeto por el medio ambiente y la calidad de los vinos tratados, han hecho que muchos productores de vino ecológico se movilicen para que se incluya en la normativa europea sobre vinos ecológicos. “Cabe señalar que, fuera de Europa, este proceso –que se patentó en colaboración con el INRA (Francia)– está autorizado y es ampliamente recomendado para todos los vinos y, se utiliza en la gran mayoría de regiones vitivinícolas desde el 2001”, remarca Flor Etchebarne. AL MARGEN DEL TRATAMIENTO CONVENCIONAL POR FRÍO QUE CONSUME MUCHA ENERGÍA, ¿QUÉ OTROS MÉTODOS ESTÁN AUTORIZADOS HOY EN DÍA? “Existen los métodos denominados low cost. En primer lugar, un cierto número de aditivos que impiden la formación de cristales de sales de potasio (o su engrosamiento) pero que permanecen en el vino y que, muy pronto, tendrán que indicarse en la etiqueta. Lo mismo ocurrirá con los aditivos utilizados para eliminar el tartrato de calcio. A menudo, algunos de estos aditivos son evaluados negativamente por su impacto en la salud, y con frecuencia son objeto de comentarios por este motivo. Por otro lado, están las resinas de intercambio iónico, que se utilizan para corregir la composición de un mosto o de un vino, pero que suelen generar debate en el sector vitivinícola, a causa de la desestructuración completa de la parte del vino tratado, del volumen de agua utilizado para regenerar las resinas y de los efluentes generados”, explica Jean-Louis Escudier. n “Apueste ya por la única ecosolución de estabilización tartárica (potasio y calcio) y elija ¡Oenodia! Porque hacer mejor con menos, es hacer el vino del mañana”. 1. Instituto Nacional de Investigación Agraria, Francia 2. Organización Internacional de la Viña y el Vino 3. De l’oenologie à la viticulture, éditions Quae, 2017 & 2022
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