VN33 - Eneo

76 PEQUEÑAS BODEGAS DO RIBEIRA SACRA, UNA VARIEDAD DE TERROIRS INFINITA En Abadía da Cova, el viñedo actúa como eje vertebrador de unos productos con características únicas. La bodega tiene presencia en distintas zonas de esta peculiar Denominación de Origen (Ribeiras del Miño, Amandi, Montefurado y Quiroga), algo que aporta diversidad a sus productos, tal y como señala Patricia Rodríguez: “Debido al minifundio, el panorama de viñedos en Galicia presenta una idiosincrasia muy particular: muchos viñedos muy diferentes y con mucha variabilidad de suelos, orientaciones y variedades. Por este motivo, es muy interesante tener diferentes zonas o microzonas de las que poder obtener diferentes tipos de vinos. La zona de Ribeiras de Miño nos aporta frescura y mineralidad, igual que la zona de Amandi, aunque esta última con más calidez. Por su lado, Montefurado y Quiroga producen vinos con mayor estructura, volumen y tanicidad. Lo interesante es elaborar estas viñas de manera separada por parcela como es nuestro caso, y ver qué nos aporta y qué encontramos en cada una. Es una riqueza increíble e infinita la variedad y complejidad de terroirs que encontramos en Ribeira Sacra. Si a esto sumamos todo el patrimonio varietal, el campo de juego es impresionante”. Por todos es sabido que las características del terreno gallego lo convierten en una zona complicada en la que trabajar y producir vino, pero también lo hacen una zona especialmente interesante por todos sus matices. En Abadía da Cova, el cultivo pasa por utilizar los bancales, lo que nos habla de “una viticultura completamente manual e imposible de mecanizar”, en palabras de la directora de Marketing. Además, como comentábamos, hay mucha variabilidad con diferentes altitudes, orientaciones, y tipos de suelo –con su roca madre y su composición, suelos de granito, de pizarra, de esquisto, suelos arcillosos, vetas de pizarra, suelos más limosos y arenosos–. “Esa variabilidad es con la que hay que jugar y saber lo que hay que cultivar en cada zona, en cada parcela, para sacar la máxima expresión de cada uva”. Por motivos como este, junto a la dificultad de cultivo en laderas con inclinaciones que alcanzan el 70%, muchas veces se habla de que los viticultores gallegos hacen una ‘viticultura heroica’, un término acuñado por el CERVIM, asociación que pone en valor la viticultura de montaña. Esta viticultura se caracteriza por “el trabajo en pendiente, en altitud y de manera exclusivamente manual, ya que las peculiaridades del terreno imposibilitan la mecanización en este tipo de viñedos”, afirma Rodríguez. “Hay pocas zonas donde se desarrolle una viticultura heroica y en Galicia, esa zona es Ribeira Sacra. En España, otro buen ejemplo es el Priorat o la Sierra de Málaga y en Italia, en el Valle d‘Aosta o en Liguria. A todas estas complicaciones, hay que sumar que Abadía da Cova practica una viticultura ecológica. Con el clima que caracteriza a Galicia, el control de enfermedades es un trabajo consTodos los viñedos de Abadía da Cova se cuidan con mimo, de manera manual, y siendo respetuosos con el medio.

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