75 PEQUEÑAS BODEGAS con 25 hectáreas propias, divididas en 22 viñedos diferentes. Cada uno de ellos es único en cuanto a su tipo de suelo, orientación, altitud, variedades de uva y edad de sus cepas. La bodega trabaja con una clara filosofía ecológica, buscando la máxima expresión de cada parcela, sin utilizar herbicidas ni pesticidas, y tratando de crear un entorno saludable: “Nos centramos mucho en entender cada parcela, cada variedad y cada añada”, dice Rodríguez. “Creemos firmemente que el vino se hace en la viña, por eso son nuestro principal valor y queremos que vivan los máximos años posibles, de lamejor forma posible y en lasmejores condiciones para que las uvas que produzcan sean de lamáxima calidad y así poder obtener los vinos que deseamos”. En este sentido, están trabajando en la recuperación de viñedos viejos, algunos de ellos semiabandonados por la enorme dificultad y coste de sus cuidados, así como en la recuperación y desarrollo de variedades olvidadas y autóctonas de la Ribeira Sacra. Paloma Rodríguez Moure, la actual responsable de Marketing y Enoturismo de Abadía da Cova.
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx