VITICULTURA 95 La vid es sensible al estrés hídrico durante el ciclo de crecimientomaduración y los déficits tanto al principio como al final del periodo vegetativo y reproductivo reducen el rendimiento. El crecimiento de las bayas es más sensible a los déficits de agua después de la floración y si los períodos secos tienen lugar después de la formación del fruto y conducen a una disminución del agua disponible esta también repercute en la calidad de la uva (Grimes y Williams, 1990). Por otra parte, el estrés hídrico en la vid puede inducir un incremento del contenido de los antocianos y otros polifenoles (Bucchetti et al. 2011). La capacidad de agua disponible del suelo (CAD) depende de las características del suelo (textura, materia orgánica, elementos gruesos, compacidad...) y del espesor del suelo explorable por las raíces. Mientras que el agua disponible del suelo (ADS) dependerá del valor de partida de la CAD y del balance hídrico a partir de la precipitación, la evapotranspiración del viñedo y el drenaje del suelo. En la zona de Uruñuela en la Rioja Alta, en trabajos previos se ha visto que los perfiles de suelos varían mucho en su espesor (Martínez-Vidaurre 2017), por lo que habrá diferencias entre la CAD y el ADS en esos viñedos, pudiendo afectar a la producción de uva y a la calidad de la misma. Por tanto, el objetivo fue comparar en dos viñedos con diferente espesor de suelo y con el mismo mesoclima en el término de Uruñuela, la evolución del ADS y su relación con el vigor, la producción y la calidad de mosto y vino de estos dos viñedos. MATERIALES Y MÉTODOS El estudio se realizó en Uruñuela, en la DOCa Rioja, en el periodo de 2010 a 2014, en 2 viñedos de cv. Tempranillo ( Vitis vinifera L. ) injertados sobre Richter-110 (R110), situados en plataformas con pendientes menores del 2 %, y con edades de plantación entre 20 y 35 años, con un marco de plantación de 1,20 x 2,70 m y con orientación este-oeste. Los sistemas de conducción fueron doble cordón y libre en vaso En cada viñedo se seleccionaron tres filas adyacentes con 50 cepas. Respecto a la gestión del suelo, en los viñedos se realizó laboreo convencional, con similar fertilización y sin riego en las dos parcelas. Se realizaron dos calicatas en cada viñedo (24 Mayo 2010) y se determinó la profundidad efectiva (P1 110 cm y P2 56 cm) (Fig. 1.), se delimitaron los horizontes y para cada horizonte se determinó el pH en agua, la C.E., en relación suelo:agua 1:5, la materia orgánica, la textura, los carbonatos totales y el porcentaje de elementos gruesos en volumen. También se clasificó según la taxonomía de suelos del USDA (Soil Survey Staff, 2014). Figura 1. Mapa situación de las parcelas en el entorno de Uruñuela (La Rioja).
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