Actualmente en la propiedad se cultivan 22 hectáreas de viñedo situadas a 165 metros de altitud sobre el nivel del mar. 61 PEQUEÑAS BODEGAS un producto, vimos que teníamos que hacerlo de una calidad excelente así que utilicé mis conocimientos como viticultor y los mezclé con las de un enólogo profesional que pudiera aportarme la técnica que desconocía”. Fue así como empezó el proyecto de la actual bodega Ca N’Estruc. “Mi gran suerte fue que mi padre, Andrés Martí, me lo pusomuy fácil. Le dije que teníamos que hacer vinos más buenos, que podíamos seguir trabajando con el granel pero la calidad tenía que subir. Le expliqué mis intenciones y la necesidad de contar con un técnico que nos ayudara, y le pareció bien. Y así lo hicimos, contratamos a un enólogo externo de confianza que nos explicó cómomejorar el producto y aplicamos sus conocimientos a una parte de la viña, mientras otra parte la seguíamos trabajando como siempre. Al cabo de unos meses, catamos y comparamos un vino con otro y mi padre vio las diferencias, así que tomamos un nuevo rumbo que vio la luz con la comercialización de los primeros vinos blancos en 1983”, explica Siscu. Este hechomarcó un punto de inflexión en la finca y, a partir de ese momento, se inició un proceso de reconversión del viñedo y de nuevas plantaciones donde no las había. También se cambió el sistema de poda tradicional en vaso a emparrado, y se seleccionaron los clones y las variedades que mejor se adaptaban a la zona. Así pues, en 1983 salía al mercado el primer vino embotellado en la finca, el mismo año en el que Siscu se asoció con Quim Vila para crear la actual Vila Viniteca. “El crecimiento de la distribuidora y de la bodega ha ido de la mano, hemos volcado todo lo que teníamos –y hasta un poco más– para que ambos proyectos funcionen”, indica el director de Ca N’Estruc. ELABORACIONES POCO INTERVENCIONISTAS Y MÁS NATURALES En 2014, con la incorporación de Anna Martí, hija mayor de Siscu, empezó un nuevo camino paralelo con la producción de /BI/: elaboraciones singulares con diferentes variedades de uva de Siscu Martí, propietario, junto a Mireia Viñals, enóloga. cultivo ecológico y biodinámico. Vinos elaborados con métodos artesanales, embotellados por gravedad, sin filtrar ni clarificar y sin sulfitos ni otros aditivos. La etiqueta es una reinterpretación de las primeras etiquetas de Ca N’Estruc y su elaboración, de producción muy limitada, ha marcado una tendencia hacia las elaboraciones menos intervencionistas, más naturales, que se han aplicado al resto de los vinos de la bodega. Mireia Viñals, la actual enóloga, llegó a Ca N’Estruc en 2019 y, tal como señala Siscu, “está revolucionando las entrañas de la casa”. Habiendo trabajado en grandes bodegas nacionales e internacionales, su visión académica y estructurada convive con la experiencia de Siscu, quien dice haber aprendido de vino “a través de la copa”. Esta convivencia permite que las ideas de Siscu se puedan materializar mediante los conocimientos de Mireia, convirtiendo este tándem en una garantía de éxito. “Con las herramientas que tenemos, creamos el mejor vino posible”, dice la enóloga.
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