CAMBIO CLIMÁTICO de 15 años. Hhay variedades que no están ni identificadas. También estamos realizando nuevos vinos a través de microensayos que prometen mucho, así que vamos a dar ahora el paso a plantar estas variedades en pequeñas parcelas en altura. ¿Es sostenible para los viticultores el cultivo de la viña? Por supuesto, en el sentido de la identidad que genera y cómo asienta y cómo agarra en una zona. El turismo está creciendo y eso es un factor exponencial para que sea viable su comercialización, pero, además, hoy en día es fácil mandar la mercancía a cualquier punto del mundo. Pero lo bonito es que la gente pueda venir aquí a probarlo, conozcan la zona, el territorio y disfruten de una buena excursión cultural, histórica y patrimonial donde la viña es imprescindible. España es un país eminentemente productor de vino, estando en el top 3 de los mayores productores del mundo. ¿Es rentable para las zonas rurales apostar por un sector tan competitivo? Para lo bueno y para lo malo, España es el mayor viñedo del mundo. En producción somos los terceros, pero hay mucho recorrido aún que andar. Hay mucha competencia, pero también hay cada vez más cultura de vino. Mucha gente se interesa por conocerlo a fondo, por eso hay mucha potencialidad de desarrollo. Además, nuestros vinos, los de la bodega Edra, tienen mucha identidad y se reconocen. De hecho, hace ya cinco años que creamos Vignerons de Huesca, un proyecto integrado por agricultores, artesanos y artistas del que forman parte cinco bodegas. Los agricultores a pie de campo cultivando la uva, después somos también enólogos y una vez que el vino está producido y embotellado hay que comercializarlo. En la actualidad hay 60 restaurantes asociados, que están esperando los vinos cada año, con una carta específica separada del resto de vinos y hay dos distribuidores de vino que se dedican a repartirlos y darlos a conocer. Hay un comité de cata, que nos valora y nos exige… es un proyecto hecho realidad y estamos todos encantados. Para terminar, ¿cómo animaría a los residentes en zonas rurales para que sigan apostando por generar valor en sus comunidades? Animo a todo el mundo a que trabaje y se esfuerce y arriesgue. No es fácil, porque los resultados y la recompensa no son inmediatos. Yo llevo 25 años trabajando y me lo creo, y los datos me avalan. La clave es revertir esa despoblación, esa autenticidad, esa falta de autoestima… pero no es una solución sencilla. Pero hay que perseverar porque hace dos décadas no se hablaba de vino, ni de casas rurales o de despoblación y ahora sí. Yo soy optimista, quedarte en el pueblo trabajando puede ser una experiencia motivadora y enriquecedora también, eso es lo que estamos intentando hacer.n En el Paisaje de Ayerbe, la producción vitivinícola sigue siendo marginal, pero es la única que ofrece la posibilidad de renta para los agricultores y la reactivación social de pueblos actualmente en despoblación. 56
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