LA OPINIÓN DEL ENÓLOGO De ahí, cuentan con la mención ‘Vinos de Laguardia’ con vinos de uvas de un solo municipio. ¿Por qué se decidieron por esta apuesta? Cuando empecé con el proyecto de Pujanza ya tenía viñedos familiares y todos estaban en Laguardia. Cuando tuvimos que ir comprando uvas de distintas viñas, vimos que el Tempranillo cambiaba mucho según su origen. Nos pareció que ya suficientemente difícil era estudiar y entender una zona, como para hacerlo con varias, así que nos centramos exclusivamente en Laguardia. Y creo que eso se nota en nuestros vinos, que cada año son más precisos y están mejor hechos. También en esta línea, elaboran vinos con Tempranillo y Viura. ¿Qué beneficios tiene el uso de variedades autóctonas? Una zona histórica como La Rioja, y Laguardia en particular, merecen un respeto. Si toda la vida han estado implantadas la Tempranillo y la Viura, ¿quién soy yo para llevar la contraria a tantos siglos de historia? Cuando empecé sí planté otras variedades, pero al final las reingerté y ya solamente trabajamos con Tempranillo y Viura. El proyecto lo inicié con 25 años, era más atrevido y tenía menos miedos, pero con el tiempo vas aprendiendo a respetar el pasado y lo que se ha hecho durante tantísimo tiempo. Al final, creo que tengo que aportar mi granito de arena en la evolución, no revolucionar la zona. Si quieres una revolución, vete a otro sitio. La intención de Carlos San Pedro es continuar en la búsqueda de esos viñedos especiales que están llamados a ser el origen de vinos con una personalidad propia. 71
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