LA OPINIÓN DEL ENÓLOGO Representa la cuarta generación de una familia ligada al vino. ¿Siempre supo que quería seguir el linaje? No estoy seguro si soy la cuarta generación, la quinta, la sexta… Anteriormente mis antepasados también se dedicaban al viñedo porque en esta zona no hay otro tipo de cultivos, es una zona muy pobre donde se ha trabajado siempre con viña y olivo, aunque actualmente olivo... poco. A nivel personal tenía clarísimo que quería dedicarme al vino. De hecho, aunque a veces tienes momentos de debilidad en los que te dedicarías a cualquier otra cosa, siempre acabado decidiendo que quiero trabajar el viñedo. Por eso creé primero una bodega de cosecheros muy tradicional y, al final, he acabado con una bodega como Pujanza, con presencia en medio mundo. Laguardia es uno de los pueblos con más influencia vinícola, incluso dicen que se respira vino. ¿Cómo es haber crecido allí? Para cualquier persona apasionada del mundo del vino, venir a dar una vuelta por Laguardia en vendimia es una experiencia. Aquí no hay otro tema de conversación, ya puede estar jugando la Selección Española de Futbol la final del mundial que si estamos en vendimia, hablaremos de la vendimia. Al final, aquí todos nos dedicamos a esto de forma directa o indirecta. Con solo 1.500 habitantes somos casi 100 bodegas, así que quien no tiene una bodega, tiene un primo que la tiene, o tiene viñas… Sin duda, somos uno de los lugares del mundo que más vive el vino. Un ejemplo de ello es la juventud. Se habla mucho de cómo meter a la gente joven en el sector… Pues aquí puedes ver a chavales de 18 años que toman vino, nada de cerveza. Háblenos de su forma de entender el vino… Para mi el vino es un modo de vida. Seguramente si hubiera nacido en otro sitio vería mi trabajo como un negocio, pero la verdad es que Pujanza jamás lo he visto así. No es un negocio, es una forma de vivir. Tener una bodega es trabajarla 24 horas, no te lo puedes quitar de la cabeza, estás siempre pensando y pensando. En mi caso, es que nací en la bodega familiar… Olí a fermentación desde la cuna. Si hablamos de Pujanza, es una bodega joven, ¿cómo ha sido su evolución desde su creación? Cuando fundé Pujanza, mi idea no era hacer lo que hacemos ahora –aunque por supuesto era un deseo–. No pensaba en hacer exclusivamente vinos de “gama alta”, creía que elaboraría cosecheros, vinos jóvenes, para poder financiar la inversión inicial. Mi idea era comercializarlos donde se pudiera: en las tiendas, en los bares de siempre… A la vez, quería ir haciendo vinos más serios –como los que hacemos ahora–. Ni en el mejor de mis sueños pensaba que conseguiría hacer únicamente lo vinos que elaboramos ahora en Pujanza. Nos hemos posicionado de tal forma que podemos trabajar exclusivamente con nuestro viñedo, cuando nuestra idea principal pasaba por comprar uva externa para poder dar rentabilidad a la bodega. ¡Y conseguimos no hacerlo! Actualmente tengo la bodega que soñaba, no lo que pensaba que tendría. Finca Norte es un viñedo localizado a 720 m de altitud, probablemente uno de los viñedos más altos de la DOCa. Rioja. De él surge el emblemático Pujanza Norte. 69
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